Una auditoría en centros del Insalud referida a 1982 refleja mala administración y despilfarro

Las auditorías que el Instituto Nacional de la Salud (Insalud) ha realizado en distintos centros sanitarios han puesto de relieve una serie de ejemplos de mala administración y despilfarro en ese organismo, que tiene un presupuesto de 875.000 millones de pesetas para 1984, informa Europa Press. El período concreto estudiado por los auditores es el ejercicio de 1982, durante el cual ejerció como director general del instituto José María Fernández Cuevas, quien anteriormente fue subsecretario de Administración Territorial.

Las anomalías señaladas en el informe de los auditores se registran, entre otros, en conceptos contables, de gestión, de administración y de política de personal.El informe en poder de la dirección actual del Insalud, finalizado el pasado 23 de abril de 1984, está elaborado a partir de los resultados de las auditorías realizadas sobre el ejercicio de 1982 por las empresas especializadas Ernst Whinney, Touche Ross y Gaberna.

Los centros hospitalarios en los que trabajaron los auditores son los siguientes: Almirante Vierna, de Vigo; Nuestra Señora de Covadonga, Oviedo; Onésimo Redondo, Valladolid; José Antonio, de Zaragoza; General Primo de Rivera, Jerez; Carlos Haya, Málaga; Nuestra Señora de Alarcos, Virgen de Altagracia, Santa Bárbara y Gutiérrez Ortega, todos ellos en diferentes localidades de la provincia de Ciudad Real; y el Centro Nacional desespecialidades Quirúrgicas (pabellón 8), Ciudad Sanitaria La Paz, Madrid.

Por apartados, los resultados ponen el énfasis en los siguientes extremos:

-Inmovilizado material: deficiencias en el inventario; no hay recursos periódicos; adquisición de material con sobreprecios; no está clara una política de amortízaciones.

-Admisión de enfermos: las unidades de admisión desconocen, en la mayoría de los casos, los enfermos ingresados y su situación en cada momento; existen numerosos casos pendientes de facturar, y se desconoce el importe de la deuda real existente; un número muy elevado de cargos pendientes es incobrable.

-Compras, almacenamiento y consumo: salvo excepciones, las compras no se realizan mediante concurso; no existen previsiones de almacenamiento; se observan en algunos casos fallos aritméticos en el cálculo de los precios medios de adquisición.

-Personal y nóminas: en algunos casos no existe un control de asistencia y permanencia de personal facultativo; hay un excesivo número de horas extraordinarias y guardias médicas, con deficiente control de éstas; no hay un manual de organización interna.

-Contabilidad: aplicaciones incorrectas en contabilidad financiera y presupuestaria, con pérdidas pendientes de regularización; se contraen obligaciones sin comprobar si existe crédito disponible.

-Tesorería: en algunos casos no se concilian los saldos bancarios con los datos contables hasta el final del ejercicio.