Una conferencia internacional busca en Lisboa vías de diálogo para America Latina
Al amparo de la Internacional Socialista (IS) y organizada por el Partido Socialista Portugués (PSP), comenzó ayer en Lisboa una conferencia sobre Latinoamérica que busca vías de diálogo para afrontar los problemas de América latina. La reunión será clausurada por el presidente del Gobierno español, Felipe González.
La reunión, denominada El desafío democrático en América Latina, que cuenta con la presencia de un centenar de destacadas personalidades de 29 países, tiene como objetivo, según un portavoz del PSP, examinar las posibilidades de establecer un diálogo para afrontar los problemas de América Latina.La originalidad del empeño radica en unir en un mismo foro dirigentes de ideología liberal, democristiana y socialista, aunque esta última claramente predominante.
La reunión no tiene prevista la elaboración de un documento final, aunque no se descarta una declaración unánime en favor de la libertad del dirigente del Partido Nacional uruguayo, Wilson Ferreira Aldunate, detenido el 16 de junio en Montevideo a su regreso del exilio.
El significado de la conferencia, tal como lo interpretan algunos observadores, es un intento del sector más conservador de la Internacional Socialista, encabezado por el PSP, de propiciar un giro de la política de la IS respecto a Centroamérica y América Latina hacia posiciones más cercanas al punto de vista de Estados Unidos y más alejadas de la revolución nicaragüense y la guerrilla salvadoreña.
En los últimos días, el Partido Comunista Portugués y otros sectores de la izquierda de este país se pronunciaron en contra de esta reunión. En medios políticos portugueses se especuló también con la existencia de diferencias entre el PSP y el PSOE sobre el carácter que había de darle a la conferencia.
Fuentes españolas comentaron a este respecto que el PSOE intenta evitar que los socialistas portugueses vayan tan lejos como pretendían en la reconsideración de su postura sobre la situación en Nicaragua y Centroamérica.
En la sesión de ayer, el presidente de la AFL-CIO, Lane Kirkland, hizo una defensa apasionada del informe Kissinger, elaborado por la comisión bipartidaria para Centroamérica presidida por el ex secretario de Estado norteamericano y de la que Kirkland fue miembro.
Kirk1and proclamó que "la AFL-CIO apoya la concesión de ayuda militar a El Salvador" y consideró que "desde la publicación del informe Kissinger se han producido en El Salvador progresos hacia la democracia".
El ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez insistió en una condena de lo que llamó "el totalitarismo económico", haciendo referencia a las presiones económicas sobre los países en vías de desarrollo.
Asisten también a esta reunión el ex presidente socialista dominicano José Peña Gómez, el presidente de Costa Rica, Luis Alberto Monge, el vicepresidente de Bolivia, Jaime Paz Zamora, el presidente de la Internacional Demócrata Cristiana -el chileno Andrés Zaldívar-, el líder de la oposición política y armada salvadoreña, Guillermo Ungo, y el ex representante norteamericano exi la conferencia de Madrid, Max Kampelman.
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