El mercado puso buena cara al inició de las vacaciones

Los comentarios sobre el proyectado pacto financiero entre banca y Estado continúan sirviendo de aceite milagroso para la bolsa. Así, ún una jornada como la de ayer, en la que coincidía fin de semana, fin de mes, fin de semestre e inicio de vacaciones para los madrugadores, nada pudo impedir que el índice general ganase otras 65 centésimas y se situara en la cota récord del año: 122,64%, 13 centésimas por encima del máximo anterior, correspondiente al pasado día 13. Qué coincidencia para los supersticiosos.Cuando la potencia de las órdenes compradoras -aunque conviene no ser tan optimistas y hablar mejor de la inexistencia de órdenes vendedoras- se pasea de una manera tan ostensible por el parqué, no hay coyunturas que puedan evitar sus beneficiosos efectos.

Tampoco hay que dejarse arrastrar por espejismos excesivos. Y aunque se haya repetido hasta la saciedad, conviene no olvidar que el mercado se está moviendo en unos volúmenes de contratación demasiado limitados. Ya nadie se sorprende de que el índice gane casi medio punto con un movimiento de 729,5 millones de pesetas, como sucedió el pasado jueves. Sin embargo, el flujo de operaciones a crédito comienza a ser netamente positivo para las compras (11,2 millones de pesetas, frente a 4,2 millones de pesetas de ventas durante el jueves). Ayer, las operaciones de venta a crédito se elevaron, pero el mercado pudo asimilarlas sin mayores contratiempos. Como también pudo digerir sin necesidad de bicarbonato las realizaciones -pocas- que llegaban a la bolsa.

Pero el reparto de las sonrisas no se distribuye por igual entre todos los sectores. Parece indudable que los valores eléctricos prosiguen fortaleciendo su posición y ya son blanco de las miradas de inversores extranjeros, que podrían, según parece, aterrizar en el parqué durante las primeras semanas de julio. Los bancos, por el contrario, parecen algo apagados y no tienen ante sí grandes expectativas. Bien es cierto que estas entidades tampoco deberán emplearse a fondo para mantener la cotización, ya que los saldos que pasan por caja son discretos. Ayer, por ejemplo, sólo Banesto y Central, con 45.535 y 593 títulos a la venta, se desmarcaban de la tónica compradora de sus competidores. Mención aparte merece el Herrero, que parece haber tocado suelo y empieza.a recuperar posiciones. "En casa del Herrero, cambio de palo" podía haberse convertido en una especie de grito de guerra, ya que este valor ha caído desde cotas de los 900 hasta los 700 actuales.

Los demás sectores ofrecen expectativas irregulares, aunque inmobiliarias, papeleras y, cementos comienzan a ver con más optimismo el panorama. Alimentación, que estas semanas gira en torno a El Aguila, se recupera al tiempo que este valor, aunque la subida de ayer se contrapone al menor volumen de negocios que registraron las acciones de la sociedad cervecera.

En definitiva, la bolsa mantendrá su fortaleza en julio y podrá lanzarse a la conquista del 130% de mejor forma de lo que parecía hace un par de semanas. Las esperanzas de que llegue dinero fresco en breve, además, servirán para que los anunciados repartos de dividendos el próximo día 2 puedan ser sostenidos en los cambios, sobre todo si se tiene en cuenta que una gran parte de ellos corresponde a pagos complementarios.