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La RFA reduce al mínimo la actividad de su representación diplomática en Berlín Oriental

La afluencia de ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA) que buscan la emigración a Occidente y diversos incidentes en los últimos días obligaron al Gobierno de la República Federal de Alemania (RFA) a cerrar casi por completo su representación permanente en Berlín Oriental y dejar abierto solamente un pequeño portal, donde se amontonan en pocos metros cuadrados las personas que acuden a realizar gestiones.

El Gobierno de Bonn teme que los incidentes en torno a la representación en Berlín Oriental lleven a una crisis en las relaciones entre los dos países que ponga en peligro la visita a Bonn del dirigente de la RDA, Erich Honecker, prevista para el próximo otoño.El últimos de estos incidentes se produjo ayer, cuando un joven de 25 años de la RDA intentó inmolarse prendiéndose fuego ante la representación diplomática de la RFA.

Cuando estaba en marcha un intento de solución para los 45 refugiados en la representación de Bonn en la RDA, los acontecimientos se precipitaron el lunes. Al mediodía, un joven fue golpeado por los policías populares (vopos) de la RDA a la puerta de la representación diplomática. Cuatro jóvenes intentaron entrar por una puerta trasera y fueron detenidos por la policía. La semana pasada un hombre se abrió camino a puñetazos dentro de la representación para buscar un puesto seguro.

Todo esto creó un clima de tensión que obligó a Bonn a decidir cerrar las oficinas de la representación en Berlín Oriental y dejar abierto sólo el portal. El ministro de Estado en la cancillería federal, en Bonn, el democristiano Philip Jenninger, declaró ayer en Radio Alemania que "no somos un hotel en el que pueden pernoctar continuamente ciudadanos de la RDA, pero, naturalmente, tampoco queremos echarlos a la calle".

Bonn se encuentra ante el dilema de cumplir con los deberes humanitarios hacia las personas que acuden desesperadas en busca de una fórmula de salida hacia la RFA y los problemas que esto plantea para las relaciones con la RDA. Entre los 45 refugiados de la representación en Berlín Oriental se encuentran dos oficiales del Ejército de la RDA, lo que no facilita la solución del problema.

La vía de solución apuntada era la ya aplicada en anteriores ocasiones: abandono de la representación diplomática, regreso a sus domicilios y garantía de que se concediera el permiso para emigrar No se sabe si será posible aplicar esta fórmula a todos, si la aceptarán los refugiados y sobre todo cómo se resolverá el problema porque en la población de la RDA parece cundir la psicosis de que tras los 25.000 permisos de emigración legales que se concedieron este año, las puertas podrían cerrarse definitivamente.

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La situación en la representación es precaria. Los refugiados duermen sobre colchonetas tendidas en el suelo, y Bonn argumenta que el trabajo de los diplomáticos se ve dificultado. Por eso se acordó el cierre de las oficinas y deja abierto al público sólo un portal En todo este conflicto no se excluye la posibilidad de que actúan provocadores de uno y otro lado. Las filtraciones a la Prensa de la RFA y Berlín Occidental sobre la presencia de refugiados dejó al descubierto el problema que se trataba con discreción. Otros apuntan que algunos sectores duros del régimen de la RDA podrían estar interesados en torpedear la visita de Honecker y las relaciones entre los dos países.

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