El Gobierno corregirá su posicion o consultará a las Cortes si pierde el referéndum de la OTAN

Felipe González, presidente del Gobierno, manifestó ayer que si el pueblo español vota en el referéndum sobre la OTAN en contra de la posición del Ejecutivo, "tendremos que corregir nuestra posición o plantear esta corrección al Parlamento". El presidente insistió en que el Gabinete hará pública su postura inicial antes de convocar la consulta, y recalcó que la pregunta será "absolutamente clara".

Felipe González dijo concretamente que el Gobierno expondrá su posición y después preguntará a los ciudadanos si están de acuerdo con esa postura. Con estas manifestaciones, el presidente contradijo ayer explícitamente los rumores que señalaban que la pregunta del referéndum sobre la Alianza Atlántica será confusa y difícilmente comprensible, y denunció como "carente de la más mínima veracidad" el borrador de pregunta adelantado por algunos medios informativos. Asimismo, el jefe del Gobierno expresó ayer su voluntad "decidida y firme" de agotar la legislatura, renunciando por tanto a la convocatoria anticipada de elecciones generales.El presidente González, a lo largo de varios encuentros mantenidos ayer con la Prensa y con los senadores socialistas, contribuyó a despejar algunas de las incógnitas políticas que se han venido planteando a lo largo de las últimas semanas, si bien rehusó en todo momento hacer mayores precisiones acerca del calendario que maneja el Gobierno.

También fue interrogado sobre los crecientes rumores que hablan de una pronta crisis de Gabinete. González admitió, medio en broma medio en serio, que el verano "es buena época" para meditar una remodelación, y repitió que el actual es uno de los equipos que más tiempo han durado en Europa occidental en los últimos años. También señaló que "hay que evitar la imagen de un Gobierno cambiando permanentemente".

La ley Electoral

Sobre la futura ley Electoral, Felipe González dijo que no contendrá grandes cambios respecto a las líneas básicas que rigen la actual normativa, y dio a entender que será consultada con todas las fuerzas políticas, no sólo con la oposición conservadora; ayer mismo se produjo una nueva negociación en torno a este tema entre el vicepresidente, Alfonso Guerra, y el secretario general de Alianza Popular, Jorge Verstrynge. Una vez concluido el encuentro entre ambos, Guerra confirmó que el proyecto de la futura ley electoral será negociado con otros grupos políticos además de Alianza Popular, advirtiendo que los márgenes que permite la Constitución a la hora de elaborar este proyecto son estrechos. No obstante, dejó entender que quizás se intente una disminución del número mínimo de diputados por provincia, primando en cambio a las circunscripciones con mayor población. También dijo que pueden producirse cambios de importancia en la regulación de lo referente a la administración electoral, ya que "lo que hay en vigor es malo".En su contacto -más de tres horas y media, a puerta cerrada- con los senadores socialistas, González pidió pragmatismo por encima de los dogmas, lo que en cierta manera parece constituir un síntoma de por dónde marcharán las directrices oficiales en lo relativo a la OTAN, de acuerdo con la opinión ofrecida posteriormente por algunos de los que participaron en el encuentro.

El presidente respondió, según estas fuentes, a las quejas de los senadores sobre la minimización de su papel, y resaltó la importancia de la Cámara alta y su futura misión como Cámara de las autonomías y para deliberar ciertos temas internacionales. En este sentido, González se comprometió a comparecer ante el Senado, probablemente en otoño, para un debate sobre el Estado autonómico, aunque las presiones provinientes del Congreso de los Diputados pudieran hacer, según admitió el propio presidente, que haya de celebrarse otro debate similar en la Cámara baja. El Senado aprobó ayer una moción suscrita por todos los grupos pidiendo la celebración de este debate autonómico en la Cámara alta.

Las preocupaciones prioritarias del Gobierno en los próximos meses serán, de acuerdo con el presidente, el empleo, la seguridad, la justicia, el funcionamiento de la Administración y las autonomías. En política exterior, la culminación del proceso de adhesión a la CEE y la preparación de una respuesta sobre la Alianza Atlántica. Pero también insistió el presidente en que hay que "serenar la tarea legislativa", y no aumentar la presión sobre las Cámaras.