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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El debate sobre la OTAN

Hay que felicitarse de la actual controversia sobre la OTAN porque nos ayudará a tomar decisiones más maduras. La respuesta de Aguirre y otros al artículo de Claudín y Paramio confirma la tesis de éstos sobre la necesidad de dejar la posición actual de ambigüedad, que nos proporciona los inconvenientes y no las ventajas, y asumir nuestras responsabilidades en la OTAN para actuar desde ahí en favor de la paz.No cabe un neutralismo con las bases que ya tenemos, y que el intentar quitarlas incidiría muy negativamente en nuestra inserción en Europa y hasta en nuestra tan adolescente democracia.

Las objeciones de Aguirre son tan increíbles que llegarían a hacer pensar en un intento maquiavélico de desacreditar la posición que dice sostener. Por ejemplo: sin duda, la URSS tiene interés en captar más económica que militarmente a sus adversarios, máxime por sus dificultades internas; pero la historia muestra que precisamente estas dificultades llevan a las dictaduras a huir hacia adelante agrediendo a otros.

Cosa que es diricil que comprenda Aguirre, que interpreta que, si la URSS se ha apoderado de los países del Este e incluso de Afganistán, esto se debe al temor que tiene de Occidente y la necesidad de defenderse de él, de modo que Occidente es el culpable de la invasión de Afganistán, dialéctica que no necesita comentario.

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Aguirre hace mía fácil crítica de la política imperialista de los bloques, como si Claudín y Paramio no la hicieran también, y olvidando asimismo que esos imperialismos no se módifican ni combaten desde un aislamiento y marginación como los que hemos tenido, sino desde dentro del bloque que por nuestra historia y geografía nos corresponde.

Un nacionalismo trasnochado no debe hacernos, perder de vista que ni cultural, ni económica, ni política, ni, por supuesto, militarmente se puede hoy vivir en naciones aisladas.

Y quienes pretendan ignorarlo sólo conseguirán, aunque sea ahora con ribetes izquierdistas, continuar la retórica franquista de pretendida especificidad española ante los bloques, y de vergonzoso entreguismo en la práctica, desde nuestra economía hasta las bases militares que soportamos, y que entrando en la OTAN podríamos ir rescatando.

No es, pues, de extrañar que, falto de mejores argumentos, Aguirre intente descalificar los del adversario con trucos como individualizar el problema, diciendo que son "razones de Reagan", como si fuera éste el inventor del problema y de los bloques.

Pero es que además, el máximo argumento para él, pues lo pone como título de su artículo, es un vergonzoso intento de descalificar la personalidad e intenciones de sus adversarios.

Y firmando esos infundios como miembros de un grupo de derechos humanos al que reconocen, más de lo que quizá creen, que no representan. Gracias por su crítica: es muy clarificadora. Madrid.

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