En las ausencias estuvo la clave
Las más de dos horas de debate sobre la autonomía de Navarra en el programa La clave, sirvieron de muy poco a las personas que estoicamente aguantaron frente al televisor, ya que la impresión que se tradujo sobre esta región distaba mucho de la realidad actual. En ocasiones, parecía que se estaba hablando de una Navarra del siglo XIX, a lo que se añadió un debate que era difícil que los telespectadores de otras regiones entendiesen, dada la peculiaridad navarra que no se explicó en ningún momento y sólo cuando se hizo fue a través de farragosos textos legales que ni tan siquiera los navarros de "a pie" llegaron a entender.Sin embargo, el debate sí ha servido en Navarra para originar una gran polémica y para ahondar aun más si cabe, según los más pesimistas, las diferencias que separan a los sectores nacionalistas vascos de los partidarios de una Navarra autónoma. A ello contribuyó la ausencia en el programa de navarros que representan la realidad de un importante sector que sustenta las ideas nacionalistas que suponen el 20%, del total de la representación del Parlamento Foral. Y es que en las ausencias estuvo la clave.
Por más que José Luis Balbín intentase justificar la ausencia, de personas vinculadas al nacionalismo vasco -y citó expresamente a varias de ellas que no habían querido acudir, dado que exigían no ir solos- y de que al comienzo del programa se ofreciese unas palabras grabadas de Iñaki Cabasés, portavoz del PNV en el Parlamento navarro, lo cierto es que no satisfizo a los no representados en el debate. Querer compensar estas ausencias con la presencia de dos invitados -Francisco Beruete, enemigo público número uno del amejoramiento", según se calificó él mismo, y José María Satrústegui, secretario de la Academia de la Lengua Vasca- no era comprendida por los nacionalistas.
Para este sector de la población era paradójico que entre los asistentes se diera cabida al ex presidente de la diputación y líder del PDP en. esta provincia, Jaime Ignacio del Burgo, cuando este grupo cuenta únicamente con dos parlamentarios en la Cámara autónoma, en tanto que, por ejemplo, el PNV tiene tres y Herri Batasuna, seis.
Frente a esta postura de rechazo y disgusto hacia el programa, se encuentra la de todas aquellas personas que consideran que el debate reflejó fielmente la realidad política navarra. Y así se recogió ayer en varios programas radiofónicos locales, en los que intervinieron los oyentes, algunos de los cuales criticaron con excesiva dureza la presencia del académico de la Lengua vasca.
Y, en medio de este ambiente, se proyectó la película Amaya, que es sin duda, uno de los peores ejemplos del cine histórico español.
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