Rabat se ha volcado económicamente en el territorio
Un viaje al Sáhara es, para un español, una invitación a escuchar una permanente requisitoria contra la acción colonial de España en aquel territorio. Aunque muchos saharauis, como Cheij Ali Beiba, antiguo representante en las Cortes españolas, aún conservan colgadas de sus paredes una foto saludando a Franco, ellos suelen ser los más críticos de la acción española. España, para los marroquíes, no hizo nada y lo que hizo está mal.La realidad económica presente permite a los marroquíes, no obstante, esas críticas. Por motivos en gran medida políticos, Marruecos ha volcado allí una buena parte de su capacidad de inversión. A tal punto que ha provocado los celos de otras regiones, principalmente al norte, más abandonadas.
Tres gobernadores, Mohamed Azim, de Tan Tan; Ahmed Dkhil, de Smara, y el dinámico Salah Zenirag, de Laiun (antes El Aaaiún), explicaron las realidades y los proyectos a los periodistas. En contraste con el resto del territorio, en el Sáhara, según ellos, el empleo es casi total. El 90% de la fuerza de trabajo está empleada. Las realizaciones económicas acabadas o en proyecto son numerosas.
Para una población de 80.000 personas, según el último censo de 1982, en Laiun se construye un estadio con capacidad para 30.000 espectadores que dispondrá además -lujo asiático en el desierto- de césped. Existen dos bibliotecas públicas, dos piscinas olímpicas en construcción, un hotel de cinco estrellas con 250 habitaciones que se añadirá al viejo parador de turismo español, un centro policlínico con 120 camas y 36 médicos que funcionará en 1985, un nuevo aeropuerto internacional con dos pistas de 2.100 y 2.700 metros, respectivamente, previsto para un tráfico de medio millón de pasajeros, que servirá de escala para las líneas con Malabo, Libreville y Las Palmas.
El esfuerzo en materia de educación es considerable. En Laiun existen ya 14 escuelas primarias para 14.589 alumnos. Cuando España se marché, se nos dice, sólo había 800 alumnos y dos escuelas. Está en construcción un instituto de tecnología aplicada para 120 alumnos, y este año, 412 aluminios obtuvieron el grado de bachiller, contra ninguno en tiempos de España. Los funcionarios marroquíes afirman que en el Sáhara, con 23 escuelas en total, sobran plazas en los colegios.
La obra en curso más importante es, sin duda, el nuevo puerto de Laiun, cuya construcción se hizo necesaria "porque el puerto fosfatero español, concebido para durar poco, está mal construido y hay que destruirlo". El nuevo puerto tendrá dos terminales civiles y una fosfatera. Las dos primeras, cuando estén construidas ambas, permitirán el embarque de 250.000 toneladas de pescado y de 300.000 de mercancía diversa. La concepción del nuevo puerto fue encomendada a la administración autónoma del puerto de Marsella, y los trabajos, a tres empresas francesas.
Otro progreso importante concierne a la producción de fosfatos. Según los responsables marroquíes de la empresa Fos Bu-Craá, en 1983 se vendieron 700.000 toneladas de fósfatos. Se espera que la producción alcance en 1984 entre 1,5 millones y 1,8 millones de toneladas.
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