Cómo llevar tres naves colombinas hasta América sin que hundan
Tres naves similares a las de Cris tóbal Colón surcarán el océano Atlántico para reproducir en 1992 el viaje del descubrimiento de América. La Comisión del V Centenario y la Armada colaboran en el proyecto de construcción de una nao -la Santa María- y dos carabelas -La Niña y La Pinta-, capaces de repetir el viaje a América quinientos años después de que lo hicieran los descubridores. Harán la ruta del primer viaje de Colón hasta tocar Guanahaní, en las Bahamas, y después visitarán otros puertos de América, nave gando -según se espera- por sus propios medios.La reproducción de las naves será muy fiel, pero habrá ciertas diferencias: el viaje se efectuará en invierno, porque en verano, época de la travesía de Colón, es tiempo de ciclones; los aparejos de navegación, idénticos a los de finales del siglo XV, llevarán trucados en su interior algunos elementos modemos; y la tripulación será más reducida que la que llevó Colón (90 personas), a fin de realizar el viaje en mejores condiciones.
Ya en el IV Centenario se efectuó esta singladura con una reproducción de la Santa María que, tras diversas penalidades, consiguió alcanzar, en 38 días, las costas de Puerto Rico, para navegar después hasta La Habana. Desde allí fue remolcada a Estados Unidos, su destino final. También se hicieron reproducciones de La Pinta y de La Niña, que más prudentemente fueron transportadas por barco hasta Estados Unidos.
Un siglo más tarde se intenta hacer lo mismo, pero de verdad: cruzar el Atlántico a vela con tres barcos redondos, el mayor de los cuales ha de tener 106 toneles (unas 180 toneladas) y un calado tan pequeño como 2, 10 metros (en la nave más grande). La recreación del Descubrimiento de América, con el montaje comercial y de medios de comunicación que cabe esperar, puede constituir una de las ideas más populares para el año 1992; a condición, claro está, de que los tres cascarones culminen su viaje sin naufragios. No hay que olvidar que los temporales dis
persaron a La Niña y a La Pinta en el viaje de regreso a España...
El esqueleto de los tres cascarones será de roble y de abeto las arboladuras, y se usará pino y nogal en la ornamentación. La tala de las maderas deberá coincidir con el plenilunio de noviembre, época en que la recesión de la savia en el hemisferio norte da mayor consistencia y duración a la madera, según los expertos de la Comisión del V Centenario. Después de la tala, que probablemente se hará en el próximo otoño, la madera deberá secar al menos durante un año antes de abordar la construcción de los tres cascarones.
No se conservan planos de las naves de Colón ni de ninguna otra de la época, por lo que el oficial e ingeniero naval López Martínez ha dedicado varios meses a reconstruir los diseños a partir de los datos históricos disponibles. Los primeros planos utilizados en la construcción naval son de la segunda mitad del siglo XVII, y los testimonios de la época colombina proceden, sobre todo, del propio diario del almirante. Quedan en España algunos carpinteros de ribera -astilleros artesanales- a los que se encargará parte de las naves, así como una factoría en La Carraca (Cádiz) para la construcción del velamen en telar.
Entre 150 y 200 millones de pesetas cuesta este proyecto, según las primeras estimaciones; lo más probable es que el coste final sobrepase los 300, que corren a cargo de la Sociedad Estatal para la Ejecución de Programas del V Centenario. Esta empresa pública considera posible la autofinanciación a través de los derechos industriales, intelectuales y de comercialización.
En cuanto a los tripulantes, los nuevos Colones, Rodrigos de Triana y demás pioneros serán reclutados preferiblemente entre descendientes de los descubridores.
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