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Reportaje:

José Ángel Sotillo Lorenzo

Bedel por las mañanas, profesor universitario por las tardes en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Madrid

José Ángel Sotillo Lorenzo, soltero, de 27 años y nacido en Madrid, es un caso insólito en las universidades españolas: después de pasar 12 años trabajando como ordenanza, va a compatibilizar estas labores con las de profesor universitario de Estudios Internacionales. Después de pensárselo seis meses, la Universidad Complutense de Madrid le ha dado permiso para ello. Sus familiares y sus amigos no llegaban a creérselo. Ahora, sus compañeros de quinta de Puebla de Sanabria (Zamora), de donde son sus padres, van a organizar una excursión para asistir a su primera clase.

José Ángel, como muchos jóvenes españoles de la época, estudió el bachillerato y el COU en colegios privados, y en 1972 empezó a alternar sus estudios con el puesto de ordenanza en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Madrid que alguien le ofreció. Su trabajo, que empezó a los 14 años -"en casa hacía falta el dinero"-, era el habitual en estos casos: hacer las fotocopias, ayudar en secretaría, etcétera. Sin embargo, el ambiente de los años inmediatamente anteriores a la muerte de Franco era muy especial en aquella facultad, conocida por todos como la roja. "Sabíamos que las cosas iban a cambiar y que algo nuevo iba a suceder. Aquí, en esos años, ser del PCE era ser revisionista". Y él, que desde pequeño había querido estudiar arquitectura, se matriculó en Políticas, sin un fin concreto, "porque aquí la gente tiene claro que estos estudios no tienen salida".Tímido y algo retraído, le gustaba examinarse con profesores que no le conociesen por su trabajo, y tenía que soportar algunas bromas de sus compañeros estudiantes: "Siempre me pedían que les recogiese las papeletas y cosas así". Estudiante aplicado, con algunos sobresalientes y aprobando casi todo en junio, concluyó su licenciatura en 1982. Sus profesores le recuerdan como un buen alumno y él afirma que las asignaturas más fuertes fueron la Historia de las ideas políticas, con Trías, y Doctrinas y movimientos sociales, con Álvarez Junco. Durante ese tiempo, siempre con la categoría de bedel, su trabajo ha cambiado: en 1979, después de hacer la mili en Talarn (Lérida), empieza a desarrollar labores de secretaría en el Departamento de Estudios Internacionales, tales como llevar la biblioteca o pasar las actas a máquina. "Toda la gente se porta muy bien conmigo, y un día un profesor del departamento me propone que me presente al concurso para sustituir a Elena Flores, que solicita excedencia al ser nombrada senadora en representación de la Comunidad autónoma de Madrid". De los tres candidatos con posibilidades -a los que se exigía tener alguna relación previa con la Complutense-, el departamento no duda en elegir a José Ángel.

A partir de entonces (octubre de 1983) empiezan los trámites. La Comisión de Contratación de la facultad da su visto bueno y el expediente llega al Rectorado de la Complutense un mes después. Al enterarse de que es funcionario le instan a que solicite la compatibilidad legal, cosa que hace en enero de este año. "Creo que mi asunto ha pasado por muchas manos, porque es la primera vez que sucede, lo que ha originado que no se solucionase hasta principios de junio, que es cuando la asesoría jurídica de la universidad ha decidido aceptar mi solicitud". A partir de ahora, José Ángel será -como en las películas- ordenanza por las mañanas y profesor universitario por las tardes. "Tengo la sensación rara de estar por la mañana con los alumnos como un amigo, y por las tardes cambiar completamente".

Cuando se le pregunta por las relaciones entre el Personal de Administración y Servicios de las Universidades (PASU) y los profesores dice que son buenas, "aunque al personal no docente siempre se le mira como una categoría inferior". Situado "desde siempre" a la izquierda del PSOE, centra sus intereses académicos en el estudio de la política exterior española y en las relaciones con Latinoamérica: "España tendría que jugar un papel más activo en la esfera internacional, que quedará subordinado si permanecemos en la OTAN".

José Ángel, que percibirá por su trabajo como profesor tan sólo el 75% de su salario y ninguna paga extra, debido a su compatibilidad, cree que este tipo de medidas son positivas, dada la gran magnitud del paro existente. Aficionado a la lectura de novelas -sus autores preferidos son García Márquez y Marsé-, juega al fútbol en el equipo del PASU- de la Complutense y va al cine de cuando en cuando, "aunque no todas las veces que quisiera porque tengo poco tiempo libre". Ve a los estudiantes actuales más interesados que antes en la vida académica, y como profesor quiere tener el contacto máximo con ellos, "para no caer en el clásico modelo del profesor que mira a sus alumnos desde la distancia que impone la tarima".

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