Los fabricantes de pan presionan a los detallistas para que cobren el precio máximo

La Asociación de Fabricantes de Pan de Madrid solicitará una próxima subida del precio del pan, aproximadamente de un 8%, que estudiará este verano la Comisión de Precios de la comunidad autónoma. Mientras, la asociación ha acordado aconsejar a sus asociados que reduzcan los porcentajes de beneficios de los detallistas. Algunos de éstos se sienten coaccionados por sus proveedores para imponer de forma generalizada el precio máximo autorizado de 22 pesetas por la barra de mayor venta, conocida como pistola.

Varios detallistas del sector panadero han señalado que en los últimos días se han producido presiones por parte de ciertos fabricantes para que no se venda el producto por debajo del precio máximo autorizado. Estas presiones, en algunos casos, según dichas fuentes, han culminado en algunos casos en la suspensión del suministro a los detallistas.Una empleada de la asociación de fabricantes explicó, de forma oficiosa, que algunas fábricas no están dispuestas a seguir suministrando a aquellos supermercados o economatos que "degradan el precio". Un portavoz de Simago, empresa que vendía las pistolas a 18 pesetas, admitió que "el pasado día 18 estuvimos sin pan; ahora vendemos las barras a 22 pesetas". El asesor jurídico de la asociación de fabricantes negó ayer que esta organización haya acordado de forma oficial una medida de presión semejante.

El dírector general de Consumo de la Comunidad de Madrid, Juan José Disterri, manifestó por su parte que no ha recibido ninguna denuncia sobre presiones para elevar el precio de venta al público del pan. "Desde el punto de vista legal", añadió, "es posible vender por debajo del precio máximo autorizado, pero también es cierto que un fabricante puede vender a quien quiera. La Comunidad Autónoma tomaría medidas si la falta de suministro se generalizara para impedir la libre competencia".

Ángel Fernández, asesor jurídico de la asociación de fabricantes, justificó la petición de incrementar el precio en "un estudio económico realizado sobre unas 130 fábricas de las 150 que, aproximadamente, existen en la región, que indica la necesidad de reconvertir el comercio de este producto". Desde comienzos de 1983, según Fernández, han cerrado 21 fábricas de pan en Madrid, siete de ellas en lo que va de 1984. "Además, los costos se incrementarán como consecuencia de la nueva reglamentación" técnico-sanitaria para su fabricación, transporte y venta.

Según Fernández, "es preciso, además de subir los precios, reducir el porcentaje de beneficios de los detallistas", que actualmente oscila desde el 15% autorizado oficialmente hasta el 45% que ofrecen algunos fabricañtes para ganar cuota de mercado.