Joseph Luns deja la secretaría general de la Alianza Atlántica

El holandés Joseph Luns, a sus 73 años de edad, se despidió ayer de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), donde será reemplazado como secretario general el lunes por el británico lord Carrington. Luns, con casi 13 años en este cargo -el récord en la OTAN- y una larga experiencia, ha marcado su mandato con su personalidad y con constantes meteduras de pata, especialmente en los últimos años en el tema español.Luns ha llegado a decir -luego corrigió el tiro- que el referéndum en España sobre la OTAN no sería propio de un Gobierno democrático. También señaló la necesidad de que España se integre en la estructura militar de la OTAN. En su gira de despedida por las capitales de la OTAN no fue a Madrid. Ello no obsta para que un destacamento de gastadores españoles participara el pasado martes en la sede militar de la OTAN en Mons (Bélgica), en la parada militar en su honor.

El secretario general saliente de la OTAN se ha caracterizado por su interés en el caso español. Y si no tiene pelos en la lengua, las críticas no han sido sólo para España. Así, se ha entrometido en los asuntos internos holandeses, al condenar la indecisión del Gobierno de La Haya en el tema de los euromisiles. En una ocasión acusó públicamente a los movimientos pacifistas de estar financiados por Moscú. Tuvo que rectificar.

Luns, sin embargo, ha dejado huella en la OTAN, debido principalmente a su marcada personalidad y no sólo a su estatura, en un período difícil para la Alianza. Luns llegó al cargo en período de distensión. Lo deja en una época de profunda crisis Este-Oeste. En su discurso de ayer ante los embajadores reunidos en consejo reiteró que el diálogo con el Este "debe ser siempre un medio y no convertirse en un fin.