Jackson reconoce la victoria de Mondale y exige que cambie la forma de asignar delegados

El reverendo de raza negra, Jesse Jackson, reconoció el pasado miércoles que la carrera por la designación del candidato demócrata a la Casa Blanca ha terminado, aceptó la victoria del ex vicepresidente Walter Mondale y reafirmó su voluntad de obtener de éste una modificación de las reglas del partido sobre atribución de delegados.

Las actuales normas han hecho posible que Jackson, con el 20% de los votos emitidos durante las elecciones primarias y caucuses, se haya adjudicado tan sólo el 10% de los compromisarios para la convención que se celebrará del 16 al 20 de julio en San Francisco. Mondale, entre tanto, prosigue sus consultas para escoger a su compañero, en la candidatura.Aunque está todavía pendiente su nombramiento en la convención demócrata, a celebrar en San Francisco a mediados de julio, y pese a que su contrincante Gary Hart se resiste a abandonar la lucha, Mondale es el virtual candidato demócrata, ya que cuenta con 2.023 delegados y sólo se necesitan 1.967 para lograr la designación automática.

Mondale inició el lunes sus entrevistas directas con los posibles candidatos a vicepresidente y señaló los dos primeros nombres de su agenda: el senador por Tejas Lloyd Bentsen y la alcaldesa de San Francisco, Dianne Feinstein. A éstos seguirán otros potenciales candidatos, que están siendo seleccionados por el colaborador de Mondale, el abogado washingtoniano John R. Reitty.

Mondale ha dicho que la elección del vicepresidente es "la decisión más importante que tiene que tomar un candidato a la presidencia" y que piensa dedicar las próximas semanas a estudiar todos los posibles candidatos.

La primera cuestión es qué criterio pesará más. Si es el de la unidad del partido, el nombre es Gary Hart; si pesa más el equilibrio geográfico, los nombres pueden ser el senador por Tejas Lloyd Bentsen o el senador por Arkansas Dale Bumpers. Si lo que se busca es el apoyo del voto negro, los nombres son el reverendo Jesse Jackson o los alcaldes de Los Ángeles, Tom Bradley, y de Filadelfia, Wilson Goode. El gobernador de Nueva York, Mario Coumo, es también un posible candidato como representante de las minorías, en especial los hispanos. Y finalmente, si lo que se pretende es conseguir el voto femenino, hay dos candidatas: la alcaldesa de San Francisco, Dianne Feinstein, y la congresista Geraldine Ferraro.

La negativa de Hart

Para gran parte del Partido Demócrata el hombre ideal para lograr la unidad en el mismo es Gary Hart. Pero éste dice que no tiene interés por ser vicepresidente, y que seguirá en la brecha hasta conseguir su designación. Descartado Hart, es muy posible que se busque a un hombre que atraiga votos de los Estados del Oeste y del Sur, perdidos por Mondale en favor de Hart en las primarias y caucuses.Algunos especialistas afirman que, si se consigue un aumento del 10% en el voto negro, los demócratas tienen serias oportunidades de ganar, y el hombre que puede conseguirlo es Jesse Jackson.

Otras alternativas serían el alcalde de Los Ángeles, Tom Bradley, o el de Filadelfia, Wilson Goode. Finalmente, existe una creciente corriente para colocar una mujer como vicepresidenta. El voto de las mujeres representa el 54%, y las encuestas señalan que sólo un 48% prefiere a Reagan, frente a un 61% de los hombres.