El Gobierno francés estudia la disolución de la Asamblea Regional Corsa

La Asamblea Regional Corsa será disuelta, muy probablemente, por el Consejo de Ministros francés la semana próxima y serán convocadas nuevas elecciones para el próximo mes de agosto. El fin prematuro del primer intento de regionalización en Francia, decidido por el Gobierno socialista, se debe a la inoperancia total de la institución corsa como consecuencia de los problemas económicos, políticos y de terrorismo que sufre la isla.

La asamblea corsa es la primera que funciona en Francia, desde hace casi dos años, en el marco de la política de regionalización que inició el Gobierno del presidente François Mitterrand a su llegada al poder en 1981. Hoy dicha ley está prácticamente paralizada, pero por considerar que el caso corso es el más preocupante respecto a otras regiones que pudiesen reivindicar la institucionalización de su identidad, el Gobierno aceleró la implantación del Estatuto Particular Corso.

Dos años después, el fracaso es total y por todos reconocido: los autonomistas del doctor Simeoni (el 10% del electorado) ya se retiraron de la asamblea el pasado mes de abril y con ello desapareció la mayoría del Gobierno corso.

El ministro del Interior francés, Gaston Defferre, creía que con esta asamblea se apagaría el fuego del independentismo del clandestino Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), pero el tiempo ha demostrado lo contrario.