"Una empresa es, fundamentalmente, las personas que la integran", según Jesús Polanco
En el transcurso del Consejo de Administración de PRISA celebrado ayer, y después de ser nombrado presidente del mismo, Jesús de Polanco pronunció las siguientes palabras:"Muchas gracias a todos vosotros por la confianza que ponéis en mí al designarme como nuevo presidente de PRISA, y gracias sobre todo a José Ortega, nuestro presidente, por su propuesta y por su permanente dedicación a esta casa. No voy a pretender yo a estas alturas descubrir la aportación inestimable que la figura de José ha realizado a EL PAIS: forjador de la idea del periódico, luchador en los años difliciles, perseverante en el empeño de construir un diario liberal e independiente, modernizador de la sociedad española como hoy EL PAIS es.
Con José Ortega, desde que en 1972 me sumé gustoso a la empresa del diario, he vivido toda clase de peripecias: amargas unas, enormemente satisfactorias otras. Hemos discutido y nos hemos acordado cientos de veces entre nosotros. Y siempre nos ha unido la voluntad de trabajar para nuestra empresa y para la sociedad española con un mismo objetivo. Parodiando a Neruda podríamos decir que hoy se va... pero se queda; porque ni es total su marcha ni puede estar ausente de esta casa quien tanto ha constribuido a levantarla. Y creo que recojo el sentir del todos los presentes, el de los accionistas y el de los lectores de EL PAIS, al proponer que el reconocimiento de esta aportación suya a PRISA se encarne ahora en la designación de Ortega como presidente de honor de nuestra sociedad. Nadie mejor que él cumple los requisitos que se establecen en los nuevos estatutos para obtener semejante distinción.
El segundo punto al que me quería referir es el significado que puede darse al hecho de que una persona como yo acceda a la presidencia de PRISA. Sería ridículo que yo tratara de, ocultar ahora mi condición de accionista que representa la primera minoría de la propiedad de esta casa, pero sería absurdo suponer que a blio se debe y en ello radica, principal o primordialmente, mi contribución a ella.
Desde el principio del periódico he pretendido que la división de,una propiedad tan difundida como la de esta empresa no diera al traste con los proyectos profesionales del diario. No soy yo quién para juzgar mi acierto, pero creo poder decir que en gran medida lo he conseguido, y no ha sido fácil. Esta labor de hombre puente entre todos, de vehículo de diálogo y de tensiones ha absorbido gran parte de mi dedicación a PRISA. Teniendo tantos poderes como tiene un consejero delegado, creo que no es inmodestia ahora el decir que yo mismo me tuve que sacar de la manga uno más: el de convencer, y por ende el de ser convencído. Convencer de que las peculiaridades de regir una empresa como ésta son grandes, y dejarme convencer de que en los periódicos el precio del triunfo es también la amargura: la que genera el ver la gran cantidad de obstáculos y dificultades añadidas que algunos levantan frente a un proyecto honesto y limpio como el de EL PAIS.
Tengo que hacer patente por eso mi agradecimiento por el apoyo recibido, lo mismo al Consejo de Administración que al personal y directivos de la casa. Siempre he pensado que una empresa -y no digamos sí esa empresa es un periódico- es fundamentalmente las personas que la integran, el equipo y el esfuerzo colectivo. Mi actividad como presidente de PRISA, igual que ya hice como consejero delegado, estará plenamente dedicada a la integración y consolidación de ese equipo. En la insistencia en ello y en la apertura hacia nuevas actividades generadas por el propio potencial intelectual y económico de EL PAIS pienso depositar todos mis esfuerzos."
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