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Aviación Civil proporcionó a un periodista de EE UU información que perjudicaba a la compañía Iberia

Carlos Yárnoz

El periodista William Carley, que publicó el pasado día 6 en el periódico estadounidense The Wall Street Journal una información sobre desviaciones de trayecto cometidos por pilotos españoles en las rutas del Atlántico Norte, disponía de documentos con el sello de registro de entrada en la Dirección General de Aviación Civil, a cuyo frente figura Pedro Tena, según han declarado algunas de las personas que tuvieron acceso a los citados documentos. la estadística de desviaciones se publica periódicamente -en el último informe se hacían referencia a 33-, pero sin hacer referencia concreta a las compañías que las protagonizan. Esta información concreta sólo se facilita a la compañía infractora y la Administración.

De las 33 desviaciones registradas en la última estadística -publicada el pasado 1 de marzo de 1983 y relativa a desviaciones registradas en los 15 meses anteriores-, sólo han sido difundidas a través de los medios de comunicación las relativos a Iberia.En el diario estadounidense, se afirmaba que también otras compañías, como Delta, Aeroflot y Lufthansa, han registrado desviaciones en alguno de sus vuelos, pero no se concretaba ni la cantidad de los errores de cada una ni el tipo de desviación.

La compañía española se considera gravemente perjudicada por la difusión de sus errores (ver EL PAIS del 16 de diciembre de 1983 y del pasado día 9), que en ninguno de los casos afectó a la seguridad de los viajeros, como reconocen los organismos internacionales.

La compañía Iberia entiende que la difusión de sus errores lesiona su imagen ante los posibles pasajeros en un mercado fuertemente competitivo como es el del Atlántico Norte. Anualmente, se realizan unos 120.000 vuelos entre EE UU y Europa por el Atlántico Norte.

Entre los documentos manejados en la información del diario norteamericano, figura una carta enviada por A. White, de la Subsecretaría de Aviación Civil británica, a la Dirección General de Aviación Civil, en la que se comentan los errores de los pilotos españoles.

Una copia de la carta, que ya fue entregada también a varios periodistas españoles a finales del pasado año por Pedro Tena, fue manejada por Carley para realizar la información. Iberia sólo pudo disponer de esta carta, que estaba en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, después de ser difundida a través de los medios de comunicación.

En opinión de altos cargos de Iberia, la difusión desde Aviación Civil de errores registrados en vuelos de la compañía desde Europa a EE UU ha supuesto un paso más en el ambiente de fricciones existente desde hace meses entre la Dirección General de Aviación Civil y la compañía, si bien existían ya numerosos precedentes.

Entre estos precedentes, las fuentes informantes citan el hecho de que los aviones de Iberia gastan anualmente cerca de 600 millones de pesetas más en combustible, debido a que Aviación Civil no suscribe con las autoridades militares un acuerdo para restringir las zonas áreas de exclusivo uso militar en la denominada Área Terminal de Madrid. Esas zonas exclusivas para los militares existen debido a la presencia en dicha terminal de los aeropuertos militares de Torrejón y Getafe. Extraoficialmente, Iberia y los militares están de acuerdo en restringir esas zonas, pero el acuerdo definitivo debe suscribirlo un organismo llamado Cidetra, integrado por autoridades militares y de Aviación Civil. El hecho de no suscribir oficialmente el acuerdo obliga a los aviones que se acercan a Barajas a efectuar recorridos más prolongados, lo que origina mayores gastos de combustible.

Igualmente, recuerdan que, a los pocos días de llegar Pedro Tena a la Dirección de Aviación Civil a finales de 1982, se dictaron unas nueva normativa antiruidos para el despegue de los aviones, considerada descabellada por Iberia.

La norma fue suspendida varios meses después por considerarla ineficaz, pero los meses que estuvo en vigor supuso a la compañía española unos gastos adicionales de unos 400 millones de pesetas, ya que, entre otras cosas, exigía la realización de los despegues a mayor potencia de motores que la habitual.

La compañía aérea española está integrada orgánicamente en el Instituto Nacional de Industria (INI), del Ministerio de Industria, pero depende de Aviación Civil, integrada en el departamento de Transportes, a la hora de hacer las programaciones de vuelos, recibir inspecciones, contar con los controladores aéreos, disponer de permisos de aterrizajes o despegues y otras actividades fundamentales para la compañía. Dentro de las fricciones existentes entre ambas partes, personas del sector aeronáutico afirman que España es el único país en el que la Administración no apoya sin paliativos a la principal compañía aérea de la nación.

Pilotos sin examen

Según estas fuentes informantes, la actitud de Tena frente a Iberia tiene unos claros antecedentes personales. El día 29 de octubre de 1982, un día después de las elecciones generales que dieron el triunfo al PSOE, Pedro Tena viajaba en un vuelo de Iberia desde Ginebra a Madrid y, en un papel especial para escribir cartas que facilita la compañía a bordo de sus aviones -lleva en e mem rete a rase "Abordo de un avión de Iberia"-, redactó unas largas "impresiones" sobre lo que, en su opinión, debía hacerse en Iberia.La carta fue enviada al entonces presidente de Iberia, Felipe Cons, quien interpretó, como otras personas, que quizás Tena esperaba que, tras las elecciones, sería nombrado presidente de la compañía, extremo que no se produjo.

Meses más tarde, ya como director general de Aviación Civil, realizó gestiones, según personas que conocieron los hechos directamente, para que, sin hacer el correspondiente examen, ingresaran como pilotos de Iberia dos pilotos que años atrás no habían sido admitidos en la compañía.

Iberia exigió que los dos pilotos realizaran el examen, pero estos entregaron el primer ejercicio en blanco y fueron eliminados. Días más tarde, los dos pilotos, Javier Aguado y Francisco Martínez Elorza, fueroti,nombrados por Tena inspectores de vuelo.

La primera inspección que realizó uno de ellos, en las proximidades del aeropuerto de Heathrow (Gran Bretaña), fue a unos de los pilotos de Iberia miembro del tribunal que años atrás había rechazado su solicitud de ingreso en la compañía. Tena, que es ingeniero aeronáutico, también pretendió hace años ingresar en Iberia, según aseguran compañeros de su promoción.

La información aparecida el pasado día 9 en EL PAIS, en la que se denunciaba que funcionarios de la Adminstración habían facilitado datos sobre los errores de Iberia al The Wall Street Journal ha supuesto un nuevo motivo de fricción entre la compañía y autoridades del Ministerio de Transporte, del que depende Aviación Civil.

El propio titular de Transportes, Enrique Barón, y el secretario general de Turismo, Ignacio Fuejo, han dado instrucciones a diversos organismos y entidades de la Administración para que no faciliten a los medios de comunicación informaciones y datos que pongan de relieve las tensiones y fricciones.

Enrique Barón e Ignacio Fuejo han hecho hincapié especial en que no se faciliten ese tipo de datos a EL PAIS. Una de estas personas opina que este periódico realiza "ataques sistemáticos a Aviación Civil", y la otra entiende que desde estas páginas se utiliza de forma "sensacionalista" la información sobre temas aeronáuticos.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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