Se endurece la guerra de Karajan con la Filarmónica de Berlín Oeste
El enfrentamiento entre el director Herbert von Karajan y la Filarmónica de Berlín Oeste se ha endurecido: el maestro no acepta el cese del intendente de la orquesta, Peter Girth, y los músicos han denunciado el contrato para grabaciones de TV con Karajan.El alcalde de Berlín Oeste, el democristiano Eberhard Diepgen, había ya anticipado el martes, al anunciar el cese del intendente, que los problemas seguían y "la armonía no se puede ordenar por decreto". Los hechos han venido a confirmar su sospecha. Karajan no acepta el cese del intendente Girth, un hombre de su confianza, a quien los músicos de la Filarmónica no pueden ver y acusan de "chismoso". Girth es un personaje extravagante y curioso, que ha provocado varios conflictos. Se le acusa de haber abofeteado a la jefa de prensa de la Filarmónica y de haberse volcado a favor de Karajan en el conflicto por el contrato de la clarinetista Sabine Meyer y no haber creado un clima de cooperación entre el maestro y los 120 músicos.
Karajan rechazó el cese de Girth y acusa al alcalde Diepgen "de haber creado la impresión en la opinión pública de que yo aprobé el cese del intendente Girth. Esto es inexacto". Los músicos se reunieron de nuevo el miércoles en asamblea y la decisión que tomaron es explosiva: renunciar en el futuro a las grabaciones para TV con Karajan. El maestro es un genio tan grande con la batuta como a la hora de comercializar sus cualidades y la Filarmónica. Con una empresa radicada en Montecarlo, de la que Karajan es propietario, hay un contrato para las grabaciones de la TV con la Filarmónica berlinesa, la de Viena y otras.
El contrato obliga en exclusiva a la Filarmónica de Berlín Oeste a grabar con Karajan. Ahora los músicos se niegan a grabar con él y declararon que por encima del dinero que ganan con esas grabaciones está la dignidad de la orquesta. Un músico de la Filarmónica berlinesa cobra del Senado de la ciudad entre 6.000 y 8.000 marcos de sueldo mensual (de 330.000 a 450.000 pesetas). Además, los músicos ganan casi otro tanto con sus grabaciones de los conciertos habituales, que están firmadas en exclusiva con Karajan.
El director tiene un contrato vitalicio para dirigir en Berlín Oeste con la Filarmónica. Este contrato le obliga a 12 conciertos y una gira anual. Sólo Karajan puede decidir cuándo termina su contrato.
Los músicos ahora no quieren grabar más vídeos con Karajan, y éste podría demandarlos por incumplir el contrato. El siguiente paso para la ruptura sería que los músicos se nieguen a grabar discos con quien ha sido su director durante casi 30 años. Con esta decisión la orquesta perdería mucho dinero, pero recuperaría su dignidad, según declaró uno de los músicos.
La indignación entre los componentes de la orquesta es grande, sobre todo por la afrenta provocada por la negativa de Karajan a dirigir en Salzburgo el concierto de Pentecostés y pasarse a la Filarmónica de Viena. Uno de los músicos berlineses exclamó indignado, ante las cámaras de la televisión alemana, que la mejor solución es que "Karajan dirija desde larga distancia al mismo tiempo la Filarmónica de Viena y la de Berlín".
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