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El diputado radical italiano Toni Negri, condenado en rebeldía a 30 años de prisión

Juan Arias

El diputado radical italiano Toni Negri, actualmente en Francia, fue condenado ayer en rebeldía a 30 años de cárcel, por participación en asesinato y otros delitos, por el tribunal romano que ha juzgado a los 71 acusados en el famoso proceso del 7 de abril, tras la detención en esa fecha de 1979 de los líderes más famosos del movimiento Autonomía Obrera. La de Negri ha sido la mayor condena del proceso.

Gianfranco Pancini y Egidio Manfredini han sido condenados, ambos, a 25 años, y Silvana Marelli y Oreste Scalzoni, a 21 y 20 años, respectivamente. Pancini y Scalzoni también son fugitivos.Las condenas a otros acusados en el proceso oscilan entre los dos y los 15 años de cárcel. Once de los 71 imputados estarán durante tres años en régimen de libertad vigilada.

12 absueltos

En general, el tribunal ha confirmado las peticiones de los fiscales, excepto en el caso de Toni Negri, para quien había sido pedida cadena perpetua.La razón es que, en realidad, la acusación más grave y más política de este gran proceso ha sido la de insurrección armada contra los poderes del Estado, cargo sobre el que no ha habido condenas "por insuficiencia de pruebas".

Todos los que han recibido condenas superiores a los 20 años de cárcel saben que han sido condenados por participación en homicidio. Así, Toni Negri ha sido considerado responsable, con otros compañeros suyos, del secuestro y asesinato de su mejor amigo, Carlo Saroni, y de un carabinero.

De los 71 imputados sólo 12 han sido absueltos. La mayor parte han sido acusados, además de delitos comunes, de haber pertenecido a bandas armadas y de posesión ilegal de armas. Por lo que se refiere a Toni Negri, ha sido condenado, por delitos que van desde la participación en homicidio al robo de sellos y de un cuadro de la Virgen en una iglesia, así como la falsificación de pasaportes e incendio doloso.

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Pero, ciertamente, la acusación más grave por la que ha sido condenado es la de participación en el secuestro y homicidio de su gran amigo Saroni, acusación que Negri siempre había rechazado con rabia, calificándola de "infamia".

El tribunal ha empleado 180 sesiones públicas para el proceso, que se celebró en el Foro Itálico de Roma, un bunker que había servido anteriormente para el otro gran proceso contra los secuestradores y asesinos del líder de la Democracia Cristiana, Aldo Moro.

La decisión fue tomada por el tribunal, tras permanecer encerrada a cal y canto, sin ninguna comunicación con el exterior, durante un total de 13 días.

Al proceso le han faltado las dos figuras más significativas: el principal inculpado Toni Negri, fugitivo en París, y Carlo Saroni, el gran acusador y arrepentido, a quien la policía le había facilitado un pasaporte falso para que pusiera pies en polvorosa. Tanto él como Negri habían jurado que asistirían al proceso, pero ambos se arrepintieron después de su juramento.

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