Expectación ante la corrida de los 'victorinos'

Victorino Martín dice que está asustado por la expectación que hay para la corrida de esta tarde en Las Ventas, en la que se lidian sus toros. Estará preocupado, Victorino. "No preocupado: asustado; asustado de lo que pueda ocurrir, porque toda España está pendiente del juego que den mis toros; la televisión en directo, la plaza llena, y la gente con la mosca detrás de la oreja después de lo que ha ocurrido durante la feria de San Isidro".¿Y qué ha ocurrido? Pues que los toros se caían. De más de 130 reses que saltaron a la arena sólo dos consiguieron derribar caballos, y aun con reservas. Y la mayoría no sólo no derribaban, sino que se caían, se pegaban costaladas, rodaban lastimosamente por el ruedo. Victorino tiene su opinión sobre este lamentable comportamiento del ganado: "Es que no hay casta, eso es lo que ocurre", dice con mucha firmeza. "La mayor parte de los ganaderos ha hecho la selección para conseguir el toro que les gusta a los toreros, y lo que ha conseguido es este animal, que no tiene bravura, que ni embiste y que, además, se cae".

En tal caso -le preguntamos a Victorino Martín-, si sus toros se caen esta tarde ¿habremos de convenir que es porque su ganadería no tiene casta? Y bota en la silla con la pregunta: "Mi ganadería tiene casta, mucha casta. Lo lógico es que mis toros no se caigan. Pero si noto algo raro en su comportamiento, le aseguro que acudiré inmediatamente al desolladero y exigiré a la autoridad que se haga un análisis de vísceras, por si acaso. Por ahí no paso, desde luego".

Pero al mismo tiempo Victorino no afirma que haya fraude. "No, no creo, que vaya por ahí la cosa; la falta de casta, eso es lo importante". Y añade: "Hay que hacer un estudio en un nivel nacional para recuperar la casta del toro de lidia; nos jugamos nada menos que un patrimonio que es nuestro y que, por tanto, interesa a todos los españoles. La Administración tiene que ayudar en esto; dar subvenciones, como hace, por ejemplo, con el charolés". Pero hay una Unión de Criadores de Toros de Lidia que encuadra a todos los ganaderos y entre cuyos objetivos está precisamente la mejora del toro.

Tampoco cree Victoríno en la Unión de Criadores: "No hacen nada, ni se preocupan; cada cual va a lo suyo". Pues si a los propios ganaderos parece traerles sin cuidado el futuro de su materia prima, ¿cómo pretenden que les saque las castañas del fuego la Administración, y con cargo al erario público? "Pues ahí está la cosa", responde, "que unos por otros, la casa sin barrer, y mientras tanto la casta se pierde".

Ante el espectáculo de hoy, si se caen los Victorino ¿será por falta de casta o será por problemas marginales, cuya solución puede ofrecer un análisis de vísceras? "Si fracasan hoy mis toros es la fiesta misma la que fracasa", afirma Victorino Martín, "y por eso estoy asustado".

A las siete de la tarde empieza la función. Matadores, Ruiz Miguel, Dámaso González y José Luis Palomar. Televisión retransmite en directo la corrida. No hay billetes, si bien los revendedores, como siempre, tendrán los bolsillos llenos de papel. Es la última corrida de la feria de San Isidro, la que tuvo que celebrarse el pasado día 4 y se suspendió por lluvia.