Vista del juicio contra un palestino acusado de asesinar a un diplomático jordano
El juicio contra el palestino Mustafá Darwish quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Nacional cuando el presidente del Tribunal interrumpió el alegato final del acusado y le retiró el uso de la palabra, después de que le advirtiera que se ciñese a los hechos de los que está acusado. Darwish, en las alegaciones, un trámite judicial que suele ser una formalidad o a lo sumo se cubre con tres frases, empleó más de 10 minutos para señalar que los palestinos son siempre sospechosos por el mero hecho de ser palestinos y que por su nacionalidad la policía le robó 37 días de su vida, que fueron los que paso en prisión hasta que se encontraron los indicios de que era inocente.Darwish, palestino, aunque nacionalizado iraquí, está acusado de participar en el atentado contra dos diplomáticos jordanos, ocurrido el 29 de diciembre de 1983 en Madrid, en el que uno de ellos resultó muerto y el otro gravemente herido. El fiscal solicita para Darwish 21 años de prisión por complicidad en el asesinato consumado, y 13 años más por el asesinato frustrado. Alternativamente pide 23 años de reclusión por colaboración con banda armada con resultado de muerte. Según el fiscal, el palestino es simpatizante del Frente Popular de Liberación de Palestina, cuyo máximo dirigente es Abu Nidal, y realizó vigilancias de la Embajada jordana en Madrid.
El juicio, iniciado la semana pasada, fue suspendido por la incomparecencia de un importante testigo de la defensa, que tenía exámenes finales. Este testigo, de nacionalidad siria y compañero de curso de Darwish, afirmó ante el Tribunal que había estado con el palestino en una biblioteca de Barcelona justo al día siguiente del atentado.
En la sesión anterior, otros dos testigos afirmaron haber pasado la tarde del día en que se produjo el atentado jugando al futbolín y al billar en unos salones recreativos de la Ciudad Condal. También la esposa de Darwish (contrajeron matrimonio en el mes de marzo) testificó que había pasado con él en Barcelona la mañana del atentado ocurrido en Madrid.
El fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales y en su informe calificó de insólito el que el acusado estuviera en libertad provisional con una petición de pena tan elevada, y añadió que aunque había indicios de que pudiera estar en Barcelona el día del atentado, con el puente aéreo se puede estar en Madrid en muy poco tiempo y regresar a Barcelona, además de que dos empleados de la Embajada jordana afirman que le vieron vigilando.
El ministerio fiscal pidió que se revocara la libertad provisional para el palestino, pero el Tribunal no accedió a la petición.
La defensa puso de manifiesto las contradicciones de los testigos de la acusación, y señaló que uno de los empleados de la embajada, que aseguró que había visto a Darwish vigilando frente a la sede diplomática, ni siquiera sabe dónde se encuentra ésta.
Agregó que ninguno de los testigos había visto de cerca a la persona que supuestamente vigilaba la embajada.
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