Cierto optimismo en Wall Street a pesar de las incertidumbres sobre los tipos de interés
La Bolsa de Nueva York ha registrado en la pasada semana una sensible mejoría en los mercados de renta variable -después de la avalancha vendedora de la semana precedente-, que se concretó en la ganancia de 20 puntos en el índice Dow Jones y en un incremento moderado de los volúmenes de contratación.Este alza ha sido motivada, para Shearson/American Express, por dos causas. La primera, la convicción de que la Reserva Federal va a interrumpir momentáneamente y a corto plazo su política de severidad monetaria para evitar tensiones en los mercados del dinero. La segunda razón es de índole técnica, ya que la bolsa estaba claramente sobrevendida y el nivel de liquidez había aumentado de forma importante.
Todo ello ha permitido que el índice Dow Jones haya conseguido mantenerse por encima de la cota 1.110, hecho que repercute favorablemente desde un punto de vista psicológico, ya que los pesimistas habían augurado que el mercado no resistiría las presiones vendedoras y que había que esperar una caída de 50 a 80 puntos.
Pero la situación no se ha clarificado lo suficiente, sobre todo si se tienen en cuenta las afirmaciones contradictorias de Martin Feldestein, presidente del consejo de asesores económicos de Ronald Reagan, quien afirmó el miércoles que el déficit comercial de Estados Unidos superará los 100.000 millones de dólares en 1985 y que los tipos de interés continuarán subiendo a corto plazo. El presidente Reagan, sin embargo, señaló un día más tarde que no se elevarán los tipos de interés, al tiempo que rechazó los planteamientos de Feldestein sobre la situación económica. Esta disparidad de criterios ha creado cierta sensación de inseguridad en los medios financieros.
Esta inseguridad se ve reforzada por los parcos resultados que los observadores esperaban de la cumbre de Londres respecto al problema de los tipos de interés, el endeudamiento del Tercer Mundo o la evolución del comercio mundial. El reflejo de esta situación, según el Banco de Vizcaya, ha sido la baja generalizada del coste del dinero, aunque la actuación de la Reserva Federal, que el jueves fijó unos tipos de interés del 10 7/8% y 11 %, parece apuntar que el deslizamiento semanal de tasas es sólo un respiro.
La caída de los tipos dé interés, por otra parte, presionó el dólar a la baja y la pérdida de un 1% respecto al marco, franco francés y lira italiana, entre otras monedas, así como que el oro consiguiera una cotización semanal media de 391 dólares la onza.
La peseta, por su parte, también se apreció un 1,12% respecto a la divisa norteamericana, y más ligeramente frente al yen, franco suizo y libra esterlina, aunque se ha mostrado débil frente al marco, franco francés y lira italiana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.