_
_
_
_

Mitterrand, a Moscú, pese a todo

(...) El viaje del presidente no está desprovisto de peligros. Desde hace meses, Mitterrand los ha pesado y ha tomado una decisión según una lógica que le es propia. Sin embargo, jamás la frialdad soviética parece más evidente, jamás los derechos del hombre han sido tan violados como ahora y tan abiertamente. Razón de más para ir, se replica en El Elíseo, desde el momento que se ha levantado la hipoteca del despliegue de los euromisiles y que los occidentales han dado pruebas de una gran firmeza. Lo mismo que Mitterrand ha dicho en Jerusalén verdades desagradables, en marzo de 1982, lo mismo hablará en Moscú, según la fórmula de Max Gallo, el lenguaje de la claridad.Chernenko y el jefe de la diplomacia soviética, Andrei Gromiko, tienen motivos para mostrarse más conciliadores con Mitterrand que con los ministros de Asuntos Exteriores italiano y alemán, Giulio Andreotti y Hans Dietrich Genscher? Tal vez, se responde, porque los soviéticos deseaban desde hace tiempo la visita del presidente francés. Se señala, a este propósito, con cierto optimismo en París, que desde la llegada al poder de Chernenko ya no se tienen en cuenta los misiles franceses en la gran negociación nuclear. (...)

, 8 de junio

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_