La izquierda española descarta un estallido de tensiones internas
Socialistas y comunistas españoles creen que la eventual desaparición política de Enrico Berlinguer, con suponer una importante pérdida, no significaría necesariamente tensiones en la sucesión del Partido Comunista Italiano (PCI). "La dirección del PCI es algo muy colectivo, donde todo se decide muy colectivamente", dijo ayer Andreu Claret, miembro del Comité Ejecutivo del Partido Comunista de España (PCE). "El PCI está institucionalizado y superaría, en su caso, la muerte de Berlinguer" opinó, a su vez, el socialista Miguel Ángel Martínez, miembro de la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.Berlinguer planeaba visitar Madrid el próximo otoño, respondiendo a una invitación del secretario general del PCE, Gerardo Iglesias, quien ayer conoció en Pekín la noticia de la grave enfermedad de su colega italiano. Miembros de la dirección del PCE opinaron ayer que las buenas relaciones entre los dos partidos eurocomunistas latinos no se verían alteradas por la desaparición de Berlinguer. Tanto los comunistas como los socialistas españoles piensan que la política eurocomunista del PCI no variará. Por su parte, relevantes miembros del Grupo Popular, como el portavoz adjunto Modesto Fraile, expresaron su opinión en el sentido de que la irreversible enfermedad del secretario general del PCI es "una pérdida para la política europea, y puede suponer un cambio en la política italiana".
Ignacio Gallego, cabeza visible del prosoviético Partido Comunista, se negó a expresar una opinión sobre las consecuencias políticas de un posible relevo de Berlinguer: "En lo único que he pensado es en enviarle un telegrama", dijo.
Para los medios políticos y periodísticos franceses, la grave enfermedad de Berlinguer "puede acarrear profundas consecuencias en el equilibrio político italiano", según informa nuestro corresponsal en París, Feliciano Fidalgo. En el Partido Comunista Francés, últimamente alejado del eurocomunismo de Berlinguer, se manifestaron muy afectados. Oficiosamente, el Gobierno socialista galo hizo constar ayer "su tristeza" ante las noticias llegadas de Italia.
En Moscú, informaciones recogidas en medios comunistas occidentales por la agencia France Presse señalan que se esperaba una visita de Berlinguer a Moscú tras las próximas elecciones europeas. Moscú esperaba que esta visita sirviese para mejorar las relaciones con el PCI, rotas a raíz del establecimiento de la ley marcial en Polonia en 1981, cuando Berlinguer afirmó que "el impulso que supuso la Revolución de Octubre está hoy agotado", lo que fue calificado en el diario Pravda como "una blasfemia".
Oración del Papa
Juan Pablo II, a través del arzobispo de Padua, Filippo Franceschi, expresó ayer su interés por la salud de Berlinguer a la familia del dirigente comunista italiano, como informa la agencia Efe.El arzobispo de Padua transmitió a los familiares de Berlinguer "el interés del Santo Padre, junto con el recuerdo y la oración de Su Santidad hacia el enfermo".
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