Chernenko afirma que la renuncia a la fuerza militar facilitaría las relaciones Este- Oste

La conclusión de un tratado Este-Oeste de renuncia a la fuerza militar y mantenimiento de relaciones pacíficas "sería una medida de enorme importancia y faciltiaría un giro sustancial positivo en las relaciones internacionales", según afirmó ayer el líder soviético, Konstantín Chernenko.En un brindis ofrecido en honor del presidente rumano, Nicolae Ceaucescu, huésped ayer en el Kremlin, Chernenko apeló a los países occidentales para que respondan a las propuestas de la URS S y sus aliados en el foróo de la Conferencia de Desarme de Estocolmo, donde participan 35 países.

Las manifestaciones de Chernenko, realizadas ante la mayoría de los miembros del Politburó del PCUS (el máximo órgano colegiado de poder), coincidieron ayer con las del presidente norteamericano, Ronald Reagan, que se declaró dispuesto a discutir la propuesta soviética sobre renuncia al uso de la fuerza. El discurso de Chernenko, dedicado en buena parte a analizar las relaciones entre los países socialistas, parecía, sin embargo, haber sido preparado de antemano y sin relación con las palabras del dirigente norteamericano.

Los países de la OTAN, afirmó ayer Chernenko, no han dado todavía "ninguna respuesta comprensible" a la serie de propuestas de desarme presentadas por el Este, incluidas también las que hacen referencia a la eliminación de armas químicas y congelación de gastos militares.

Pese a que un acuerdo en Estocolmo contribuiría relajar algo el clima internacional, el tema clave en las relaciones Este-Oeste se mantiene inamovible. Así, Chernenko reiteró ayer la negativa de Moscú de regresar a la mesa de negociaciones de Ginebra mientras no se retiren los cohetes nucleares norteamericanos de Europa occidental. Para el dirigente soviético, resulta "inaceptable ignorar los misiles americanos en Europa occidental y sentarse en la mesa de negociaciones. ¿Qué tipo de conversaciones serían?", se preguntaba Chernenko retóricamente. Y concluía: "El tema en ellas no sería la reducción de armamento, sino el rearme de la OTAN".

La posibilidad de "reducir las armas estratégicas permanecería también bloqueada", señaló Chernenko, ya que, "desde el punto de vista de la comunidad socialista, sería, como mínimo, imprudente reducir los propios armamentos mientras. permanece abierto el canal para el incremento de las armas nucleares americanas, situadas en posiciones avanzadas a lo largo del perímetro de los países socialistas".

Según Chernenko, en las condiciones creadas por el despliegue de los euromisiles de la OTAN, las conversaciones sólo generarían en la gente "una ilusión de seguridad", al tiempo que dejarían las manos libres a los defensores de la carrera armamentista.