Banca Catalana
Quiero manifestar mi más sincera preocupación por una crisis que afecta al conjunto del cuerpo social catalán. Tan sólo cuatro reflexiones: el ataque sistemático sufrido por Pujol a lo largo de su carrera política con el tema de Banca Catalana está llegando a su punto final, pero en el camino han quedado afectados todos los estamentos sociales y económicos de nuestro país; delante del resto de España se ha fomentado una imagen de malos administradores, de incompetentes y hasta de ser responsables de los déficit acumulados por el Estado; los años sesenta y el desarrollo económico crearon una práctica empresarial dificil de analizar fuera de su marco histórico, y ahora se quiere instrumentalizar bajo parámetros del año 1984 toda aquella actuación.Si se abriera un proceso a la economía española de los años sesenta, y no sólo al caso Banca Catalana, pocos de los que ahora actúan como jueces podrían evitar el ser juzgados./
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