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Las bajas tarifas han propiciado el plan de saneamiento del sector eléctrico, según Mestre

Carmen Mestre, directora general de la Energía, señaló ayer ante la comisión de Industria del Congreso de los Diputados que una de las principales causas que justificaban el plan de saneamiento financiero del sector eléctrico eran las bajas tarifas que había soportado en el pasado, lo que ha impedido que las empresas desarrollaran una política ortodoxa de amortizaciones.En la última comparecencia en el debate informativo sobre el Plan Energético Nacional (PEN), que se ha desarrollado en los tres días pasados en esa comisión, Mestre justificó el plan de saneamiento del sector eléctrico y la moratoria decidida en la construcción de cinco centrales nucleares basándose en la necesidad de optimizar los recursos disponibles y mininizar los costes de la producción.

La directora general explicó la previsión contenida en el PEN de un crecimiento de la demanda de energía eléctrica en un 3,3% acumulativo anual hasta 1992, y resaltó el hecho de que no solamente no era bajo sino que, además, se había decidido dentro de un contexto de aplicar "una política posibilista de manipulación de la demanda por medio de los precios".

La última jornada informativa de la comisión de Industria sobre el PEN estuvo dedicada, básicamente, al papel del carbón dentro de la ordenación del sector energético. Casi todas las intervenciones fueron favorables, con matizaciones, respecto a la consideración que el plan hace sobre el carbón, salva las críticas de Manuel Nevado, secretario general del sindicato de la minería de Comisiones Obreras, quien dijo que el PEN , sólo busca resultados a corto plazo.

El debate se centró en Hunosa -cuya producción de carbón se sitúa en torno a la mitad de la nacional-, en sus problemas económicos y sociales y en el incierto futuro de una sociedad que pierde por empleado una cantidad casi superior a su coste salarial. Tanto Juan Kindelán, director general de Minas, como Juan Tesoro, presidente de Hunosa, se mostraron partidarios de su continuidad como empresa, en gran parte por razones de índole estratégica y social.

Juan Tesoro pareció criticar, en un primer momento, a alguno de sus superiores cuando señaló que está harto de tantos tópicos sobre la compañía (el ministro de Industria había dicho recientemente que "Hunosa es más que un club" y el presidente del INI que "Hunosa funciona como una fundición en lugar de como una empresa"), para pasar a definir su propia empresa con otro: "Existen dos Hunosas, la de los días normales y la de los días de tormentas sociales".

"Sin conflictividad social, Hunosa pierde exactamente lo que es asumibible en pura lógica. Con conflictivad, las pérdidas superan incluso las previsiones más pesimistas", añadió Tesoro.

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