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Propuestas para la paz en Irlanda del Norte

La publicación del Informe del Foro para una Irlanda Nueva el 2 de mayo de 1984 ha dirigido la atención internacional hacia el problema de Irlanda del Norte y la necesidad de encontrar una solución política al problema de la violencia y de la división en esta comunidad. El embajador de Irlanda en España analiza el documento cuyas conclusiones apuntan a la necesidad de una solución política que rechace la violencia, y permita la expresión y protección de los derechos de nacionalistas y unionistas de forma "igualmente satisfactoria".

El Informe del Foro para una Irlanda Nueva es producto de 11 meses de estudio y de discusión entre los cuatro principales partidos nacionalistas de Irlanda -tres de la República de Irlanda y uno de Irlanda del Norte-, que representan entre ellos el 70% del pueblo irlandés y el 90% de los nacionalistas de la isla. El objetivo del Foro era el de adelantar propuestas para conseguir la paz en Irlanda por la vía democrática.Más de 30 años después de la feliz decisión de los responsables europeos de desechar sus antiguas desavenencias y de trabajar conjuntamente en la Comunidad Europea, la permanencia de una situación conflictiva en Irlanda del Norte representa un foco peligroso de inestabilidad en Europa Occidental y una amenaza para los valores democráticos que Europa comparte con Norteamérica y con el resto del mundo occidental.

El problema estudiado por el Foro es un problema fundamental y trágico. Está íntimamente vinculado a la división de Irlanda en dos territorios a consecuencia de la ley de Gobernación de Irlanda (1920) del Parlamento británico de entonces. Las últimas elecciones generales que tuvieron lugar en toda la isla de Irlanda (1918) demostraron la voluntad de una amplia mayoría de la población irlandesa de conseguir la soberanía y la unidad política. También demostró que los protestantes, temiendo perder su identidad y nivel de vida dentro de una Irlanda independiente, querían permanecer en el seno del Reino Unido. A raíz de la promulgación de la ley de Gobernación de Irlanda el Gobierno británico estableció un Parlamento local en el norte. Se fundó en el sur de Irlanda un Estado independiente, con una población de tres millones y medio, mayoritariamente com puesta por católicos nacionalistas

La frontera entre los dos territorios fue trazada con la intención de garantizar en Irlanda del Norte una mayoría electoral unionista permanente en la más amplia ex tensión geográfica posible. Esta mayoría unionista de un millón en el norte era una minoría en la isla en conjunto, y no se fiaba del Estado independiente del sur ni del medio millón de nacionalistas dentro de su propio territorio. Estos nacionalistas del norte se convirtieron en las víctimas principales del nuevo arreglo y, naturalmente, deseaban unirse al sur. Los unionis tas los excluyeron sistemática mente de los procedimientos y beneficios del nuevo statu quo. Los nacionalistas se encontraban despojados de sus posibilidades de expresar su sentido de identidad irlandesa.

Han existido períodos de violencia en Irlanda del Norte, antes de 1920 y después, que se han extendido, en ocasiones, a la República y al Reino Unido. Pero los 14 años que han transcurrido desde 1969 han sido el período de violenicia más prolongado.En este periodo, más de 2.300 hombres, mujeres y niños han muerto como resultado de la violencia, y 24.000 personas han sido lesionadas o mutiladas. La escala de la tragedia se comprende al damos cuenta de que el número de muertos, en términos proporcionados, es equivalente a, aproximadamente, 56.000 muertos en España.

Nacionalistas y unionistas en Irlanda del Norte no han podido llegar a un acuerdo mutuo. Hay que encontrar urgentemente una solución política si no se quiere condenar a Irlanda del Norte a un futuro de violencia y represión.

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En este momento no existen instituciones políticas en Irlanda del Norte capaces de conseguir el acatamiento de una mayoría de nacionalistas y unionistas. La incapacidad del sistema para ofrecer a los nacionalistas la posibilidad de expresar, dentro de éste, sus señas de identidad ha provocado su alejamiento de cualquier noción de autoridad política. El Informe del Foro para una Irlanda Nueva llega a la conclusión de que la posición formal del Gobierno británico, que garantiza a la mayoría unionista local un veto contra cambios en la posición constitucional de Irlanda del Norte, le da en la práctica un veto contra cualquier cambio. Entorpece el diálogo necesario para el progreso político.

El informe también reconoce que los nacionalistas irlandeses no han comprendido plenamente hasta ahora la mentalidad unionista, ni hasta qué punto los unionistas creen que tal identidad está en peligro. Los unionistas, sin duda alguna, se sienten amenazados: estiman que el nacionalismo irlandés constituye una amenaza contra sus arraigados sentimientos probritánicos y sus característicos valores protestantes. Ello no impide que los unionistas se sientan, a su manera, irlandeses.

El deseo democráticamente fundado de los nacionalistas es que su identidad se institucionalice dentro de una Irlanda soberana unida por consentimiento popular. Una Irlanda Nueva sólo se podrá construir mediante soluciones de compromiso democráticas y se debe rechazar la violencia y sus propulsores, tal como dice el informe. Un criterio fundamental para cualquier estructura y procedimiento nuevo es que proporcione paz y estabilidad duraderas.

El Foro quisiera ver establecida una estructura específica de unidad política: un Estado unitario, conseguido por acuerdo y consentimiento, abrazando toda la isla de Irlanda y proporcionando garantías irrevocables para la protección y preservación de las identidades unionistas y nacionalistas. Pero el Foro también ha examinado a fondo dos estructuras adicionales y publicado sus sugerencias al respecto: un Estado federal / confederal y una autoridad gubernativa compartida. Además, el Foro ha expresado su disposición a tener en cuenta otras sugerencias.

El informe indica que los partidos representados en el Foro continuarán trabajando para conseguir por vía pacífica la unidad irlandesa y que existe una gran diversidad de estructuras constitucionales de unidad política in el mundo, por ejemplo, España, Suiza, Estados Unidos, etcétera, que reconocen hasta qué punto es necesaria la diversidad tanto como la unidad.

En sus comentarios sobre el informe, el presidente del Gobierno irlandés, Garret Fitzgerald, ha declarado que es un principio fundamental el que las identidades nacionalistas y unionistas tengan una expresión y protección igualmente satisfactoria, segura y duradera, política administrativa y simbólica. Deben existir derechos iguales para todos, con garantías formales y efectivas para la protección de los derechos humanos individuales y de los derechos comunales y culturales, tanto de los nacionalistas como de los unionistas.

En las palabras del informe, .una solución que reconoce los derechos legítimos de los nacionalistas y de los unionistas debe rebasar el contexto de Irlanda del Norte. Tanto Londres como Dublín tienen una responsabilidad de reaccionar ante el sufrimiento continuo de la gente de Irlanda del Norte".

Gearóid o Clérigh es embajador de Irlanda en España.

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