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La policía disparó con cartuchos de caza prohibidos contra uno de los terroristas, vascos que resultó muerto en Pasajes

Uno de los cuatro terroristas de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA) muertos por la policía en la noche del pasado 22 de marzo en el puerto de Pasajes, en Guipúzcoa, fue alcanzado en el pecho por un disparo de postas, munición de caza, actualmente prohibida, pero que normalmente se utiliza en la caza furtiva para abatir jabalíes, corzos, lobos y otras piezas de mediano tamaño. El cadáver de Rafael Delás Aizcorbe, militante de los CAA, fueron extraídas varias postas. La localización de esta munición consta en las diligencias que sobre el caso instruye el Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián.

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Según todos los indicios, Rafael Delás recibió en la cavidad torácico-abdominal el impacto de un total de 12 postas, de los 21 impactos que, según el informe del forense, fueron localizados en su cuerpo, a consecuencia de los cuales murió de forma inmediata. Delás fue tiroteado con cartuchos del calibre 12, cargados con posta gruesa, conocida como de tres en fondo, para lo cual el policía autor de los disparos tuvo que utilizar una escopeta deportiva probablemente de repetición.Estos cartuchos, fabricados por la empresa Explosivos Río Tinto (ERT), vienen siendo utilizados en los últimos tiempos por funcionarios del Cuerpo Superior de Policía como munición para "casos especiales", según informaron a este periódico fuentes policiales, pero nunca como defensa personal o en operaciones de seguridad, para las que existen otro tipo de armas, de las clasificadas como defensivas. Los casos especiales, según los funcionarios consultados, consisten en el derribo de puertas o forzamiento de cerradurras.

Prohibido su uso

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Sin embargo, recientemente se está dotando a todas las salas del 091 de este tipo de munición de caza, como lo demuestran los cartuchos del 12, de color verde o marrón, denominados Río Postas, que se distribuyen en los almacenes de la policía a los funcionarios. Este cartucho, según expertos en caza mayor, se utiliza ilegalmente para matar gamos, corzos, rebecos, lobos, zorros o jabalíes.

Está totalmente prohibido el uso de esta munición en la caza mayor, aunque su venta es libre en armerías. Los cartuchos de este tipo que utiliza la policía constan de 12 postas, cuyo tamaño es ligeramente inferior al de un guisante. Un disparo a corta y media distancia con esta munición es muy certero, incluso para una pieza en movimiento, porque el espacio que cubre la trayectoria de las postas es muy amplio (La Mafia siciliana la utiliza desde siempre y refuerza su eficacia para los disparos a corta distancia recortando los cañones de las escopetas). Sin embargo, en la dispersión creciente de la munición, a medida que aumenta la distancia del blanco, reside la peligrosidad de los cartuchos de postas, razón por la que han sido prohibidos en la caza, porque debido a esa característica han ocasionado numerosos accidentes.

El cadáver de Rafael Delás recibió 21 impactos en diversas partes del cuerpo, de los cuales la mitad fueron localizados entre el tórax y el abdomen, lo que le produjo, según el informe del forense, "hemorragia profusa en todos los espacios, con lesiones con desgarro en ambos pulmones y en el corazón". El informe añade que estas lesiones se produjeron por "proyectiles que en número de al menos 10 penetran en región preexternal de manera oblicua, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, alojándose en pared abdominal del vacío derecho".

El informe del fórense indica que Delás fue tiroteado a larga y media distancia, aunque, por las postas localizadas en la cavidad torácico-abdominal de su cuerpo, en impactos que se presentan apiñados, es muy probable que le dispararan a escasos metros, ya que, caso contrario, su cuerpo habría aparecido con impactos desproporcionados de postas. El forense no especifica la munición empleada, pero ha añadido a sus escritos las postas localizadas en el cadáver, que se encuentran en sobre cerrado, unidas a las diligencias judiciales.

El de Delás es el único de los cuatro cadáveres de los miembros de los CAA muertos en Pasajes del que fueron extraídas postas, a pesar de que cada uno de ellos presentaba similar número de,impactos. Es muy posible que fuera un solo agente policial, de los que esperaban en el puerto de Pasajes a los terroristas, el que utilizara este tipo de munición.

Aunque oficialmente no se ha aclarado esta cuestión, parece ser que ninguno de los geo que participaron en la operación de Pasajes utilizó las postas, según se desprende de conversaciones privadas de algunos de sus mandos, conocedores de esta circunstancia. Por ello se cree, al menos internamente en la policía, que el autor de los disparos fue un funcionario del Cuerpo Superior, dependiente de los servicios antiterroristas.

Los otros tres fallecidos en Pasajes, Pedro Isart, José María Isidro Itura y Dionisio Aizpuru, presentaban, respectivamente, 28, 28 y 36 impactos, todos ellos, al parecer, originados por balas, munición habitual y reglamentaria entre los miembros del Cuerpo Superior de Policía y los geo.

Altos cargos del Ministerio del Interior desconocían esta circunstancia y, en diversos casos concretos, el empleo de munición de caza en algunos servicios policiales. Precisamente, este periódico ha podido saber que recientemente se ha dotado a un servicio de seguridad de un importante establecimiento institucional de munición de postas de caza similar a la empleada en Pasajes.

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