El Consejo Atlántico estudiará en EE UU, a puerta cerrada, las relaciones Este-Oeste
El estado de las relaciones Este-Oeste será el tema predominante de la reunión que se abre mañana en Washington del Consejo Atlántico, con la participación de los ministros de Asuntos Exteriores de los 16 países miembros de la OTAN, incluido el español Fernando Morán. En los últimos cinco meses, a raíz de la iniciativa en diciembre del belga Leo Tindemans, la OTAN ha llevado a cabo un amplio estudio sobre estas relaciones, cuyas conclusiones serán trasladadas el jueves a una declaración formal que España tiene la intención de suscribir si el texto final lo permite.En lo que va de década de los ochenta, la OTAN revisó primero su comercio con Moscú, lo cual fue costoso, a causa del conflicto sobre el gasoducto siberiano, para la cohesión de la Alianza Atlántica. Luego vino el aspecto militar-nuclear con el comienzo del despliegue de los euromisiles. En tercer lugar, está en curso la revisión de la defensa convencional. El estudio y la declaración pretenden rellenar la dimensión política de esta revisión interna de la OTAN.
La declaración de Washington no contendrá grandes sorpresas, según fuentes atlánticas y su importancia reside más en su contexto que en su texto. Reiterará la llamada doctrina Harmel de disuasión y diálogo, si bien desde un punto de vista más realista, ante la frialdad que rige las relaciones entre los dos bloques.
Por otra parte, los europeos de la OTAN insisten en la importancia de que Estados Unidos, junto a los otros países de la Alianza, declare solemnemente y por escrito no sólo la intención sino también la necesidad de dialogar, negociar y cooperar con la URSS.
Visita de los Reyes a la URSS
La declaración reflejará el deterioro de las relaciones pero, según fuentes atlánticas, será "una señal de Occidente sobre su disposición a reanudar el diálogo, pero sobre una base más constructiva". Será, ante todo, una reflexión sobre la situación y la necesidad de una política más coordinada de los 16 países miembros -de aquí la importancia que se da en la OTAN al hecho de que la suscriba España- hacia la URSS.El ministro de la RFA, Hans-Dietrich Genscher, expondrá los aparentemente escasos resultados de su reciente visita a Moscú, y los aliados preguntarán a Morán, según fuentes atlánticas, sobre la visita de los Reyes de España a la URSS.
La mayor parte de este Consejo Atlántico, que concluirá dentro de tres días, se celebrará en sesiones muy restringidas, sin una agenda fija previa. Tras una sesión formal de apertura en el Departamento de Estado, los ministros se aislarán, en el sentido absoluto del término, en la plantación Wye, a unos kilómetros de Washington. Ahí se hablará de todo: de las relaciones Este-Oeste y también de los acontecimientos en el golfo Pérsico y en otras partes fuera de la zona cubierta por el Tratado de la OTAN. En la noche del viernes, los ministros asistirán a una cena en la Casa Blanca. Además de la declaración de Washington, los reunidos emitirán un comunicado final al que España pondrá su habitual reserva general.
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