_
_
_
_

El Mercado Común presenta su plan para acabar con las fronteras de la televisión

Andrés Ortega

La Comisión Europea, órgano ejecutivo y burocrático de la CEE, ha dado, con la presentación de su Libro Verde Televisión sin fronteras, los primeros pasos para dinamitar legalmente las estrechas barreras nacionales, de modo que en toda la Comunidad Europea se puedan ver los programas de todos los países miembros.

Ello requiere toda una serie de medidas de armonización en diversos terrenos: publicidad, protección de menores y derechos de autor y de réplica. El debate sobre el Mercado Común de la Televisión está, pues, abierto, ante la inminencia de la generalización del cable y del satélite. Y también se trata de protegerse frente a grandes potencias televisivas como Estados Unidos.Detrás hay una dimensión industrial, pues se calcula entre 40.000 millones y 85.000 millones de dólares las inversiones necesarias para este proyecto. Actualmente la radiodifusión ocupa a unas 100.000 personas en la CEE, y representa entre el 1,5 % y 2% del producto nacional bruto de los países miembros. Se estima que para final de la década cada europeo tendrá acceso a unas 30 cadenas por cable, tres emisiones por satélite y tres cadenas tradicionales. Las nuevas técnicas permitirán emitir un mismo programa simultáneamente en diversas lenguas. En suma, Dallas made in Europe.

Los problemas planteados por la diversidad de las reglamentaciones nacionales no han esperado a las propuestas. Así, la televisión de Luxemburgo, RTL, emite en alemán un programa cargado de publicidad, destinado al norte de la República Federal de Alemania, cuando en este país la publicidad está prohibida en las horas punta de audiencia. Bonn se ha quejado. El Libro Verde, cuyo texto definitivo llegará la próxima semana, será ahora debatido entre todas las partes interesadas, y antes de fin de año la Comisión presentará nuevas y más específicas propuestas. En medios comunitarios se reconoce que se tardará -si se llega- varios años en lograr un verdadero acuerdo. Por ahora se trata de encontrar un mínimo denominador común.

Según el informe, todos los ciudadanos de la CEE deben poder tener "acceso a todas las emisiones emitidas en todo momento en todos los Estados miembros... como si cada emisora sirviera al conjunto del Mercado Común". Las emisiones son servicios, y según el Tratado de Roma, base de la CEE, no se puede impedir su difusión, La Comisión no entra, por el momento, en el carácter privado o no de las cadenas y no trata el tema español. El texto reconoce la diversidad de las medidas nacionales en cuestión de objetividad, réplica, publicidad y otros temas.

La Comisión reconoce la importancia económica de la publicidad. Si no pretende forzar a ningún país a que no autorice la publicidad en sus cadenas nacionales (como Dinamarca y Bélgica), sí considera necesaria su autorización en todos los Estados, por razones de legislación, para poder recibir cadenas extranjeras por satélite o cable. El problema es real: las cadenas de televisión belga no llevan publicidad comercial, pero en Bruselas los numerosos abonados al cable reciben en sus casas 16 canales de televisión: además de los cuatro belgas, los dos de la BBC, tres franceses, dos holandeses, tres alemanes, el luxemburgués y uno francófono-europeo; casi todos ellos, salvo la BBC, con publicidad.

Restricciones publicitarias

Para impedir el desarrollo salvaje de la publicidad en las televisiones de la CEE, la Comisión sugiere limitarla, a un máximo -muy elevado- de un 20% del total del tiempo de emisión, con restricciones para productos como el tabaco o el alcohol. Éste es el tema que más polémicas ha levantado en el seno de la Comisión Europea, cuyo actual presidente, Gaston Thorn, es luxemburgués. Y la RTL tiene grandes intereses comerciales que defender.

Entre otras reglas de armonización, el Libro Verde propone la protección uniformada de los niños y jóvenes contra los excesos de crueldad, violencia, xenofobia y pornografía dura en los programas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_