Felicitación a Juan Pablo Fusi
El pasado martes 15 de mayo, el historiador Juan Pablo Fusi publicaba en este periódico un artículo bajo el título Orwell y Araquistáin, por el cual quiero felicitarle cordialmente.En dicho artículo, el autor arremete con decisión ante "una de las manifestaciones más lamentables de la miseria moral en que calló una intelligentsia compañera de viaje del estalinismo", refiriéndose a dicha intelligentsia no le perdonaría a Orwell el arrojo de escribir un libro tan apasionante y vitalmente crítico como Homenaje a Catalunya.
Esta actitud, fundamental para entender el silencio culpable de aquellos cuya mentalidad "totalitaria jamás quiso oír a Orwell", de aquellos a quienes Orwell, todavía hoy, intranquiliza e irrita, debería hacerse extensiva -en razón a esa defensa de la verdad tan vital en Orwell- a aquella organización política que encarnaba básicamente la defensa de un socialismo liberador y crítico, y cuya militancia de Orwell le hizo descubrir rápidamente el carácter brutal del totalitarismo estalinista.
Me refiero, naturalmente, al POUM, cuya disolución en plena guerrafue algo más que eso, pues representó con clarividencia meridiana los métodos totalitarios de aniquilamiento ideológico y físico del rival político, ya tristemente ensayados en los procesos de Moscú, y que en el Estado español consiguió su cenit con la desaparición (en un histórico adelanto respecto a esta praxis en América Latina), tortura y asesinato de Andrés Nin, y el juicio por agentes de Franco de hombres de la talla política de Juan Andrade, Gironella, Pere Bonet, Jordi Arquer o Gorkin.
En mi opinión, sería injusto -aunque el artículo es muy concreto en su contenido- no señalar que el POUM defendió siempre esa "rebelión permanente contra la falsedad y la deshonestidad intelectual y contra la injusticia social", que determinó el desconocimiento de su obra política, al igual que la de Orwell, en el Estado español.
Y, finalmente, tanto molesta a esa "intelligentsia de izquierdas" el reconocimiento del valor moral y político de las posiciones antitotalitaristas maljtenidas por el POUM y por Orwel que, el pasado día 17 de junio de 1983, el alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, descubrió en la Rambla de los Estudios, número 128 -antigua sede del Comité Ejecutivo del POUM- una placa en memoria de Andreu Nin, a la que se le cambió el texto originalmente propuesto por los organizadores de los actos de homenaje, Amics d'Andreu Nin, que decía: "Víctima de los enemigos de la clase obrera" por la increíble de "Víctima de la incomprensión".
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