Paula triunfó en Jerez

Tarde de triunfo en Jerez, especialmente, de Rafael de Paula, el torero de la casa. Estimulado quizá por el triunfo de Curro en Sevilla, Paula se inspiró e hizo en su segundo toro, el cuarto de la tarde, la faena en la que sueñan sus partidarios. Cómo sería la cosa que incluso impidió que se le cortaran las orejas al toro de Jandilla, cuya cabeza piensa conservar. Tampoco es noticia desdeñable que Paco Ojeda volviera a torear bien. A favor de la hinchada de su pueblo, Sanlúcar de Barrameda, y de la bondad del enemigo; pero lo cierto es que apuntó un principio de resurrección.Fue tarde de triunfo y euforia, que hizo alargar la generosidad del público en la petición de trofeos y la del presidente en la concesión de los mismos. Al fin y al cabo eran tres toreros de la zona: Paula, de Jerez; Paquirri, de Barbate, y Paco Ojeda, de Sanlúcar. Los tres tenían claque. El mejor, desde luego, fue Paula. Lo que hizo ayer tardará en verse de nuevo. Paquirri lució su estilo atlético y falto de emoción, que hace pensar más en la gimnasia que en el toreo, pero, por una vez, y para contribuir a lo excepcional de la tarde, clavó un par en la cara, asomándose al balcón, otra cosa que tardaremos tiempo en ver de nuevo. Ojeda lució con su primero, facilón, pero se inhibió demasiado en el sexto. Sus partidarios se entusiasmaron hasta enloquecer en el tercero, en el que Ojeda desplegó todos sus ademanes arrogantes y sus tandas de pases de derecha o izquierda, bien ligados con el natural.