Felipe González considera que "no existen grados de compromiso diferentes" para estar en la OTAN

El presidente del Gobierno, Felipe González, declaró ayer, tras su entrevista con el canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl que "cuando un país firma el tratado de Washington, pertenece a la Alianza Atlántica, y de ahí se derivan una serie de derechos y obligaciones recíprocas entre los aliados". A partir de ahí, prosiguió, "existen situaciones diferentes" dictadas por circunstancias históricas, coyunturas o necesidades nacionales, "pero no grados de compromiso diferentes". Ésta postura de Felipe González, inédita hasta ahora, orilla los matices expuestos anteriormente sobre las distintas posibilidades de la integración española en la estructura mulitar de la OTAN. "Respecto a las cláusulas del tratado de Washington", dijo más adelante el presidente, "no hay más que dos posiciones: o se asume el tratado o no se asume".

El canciller de la República. Federal de Alemania, Helmut Kohl, insistió, por su parte, en la necesidad de vincular los asuntos comerciales con los de seguridad europea. Sin hacer referencia directa a la CEE y a la OTAN, Kohl afirmó, poco antes de terminar su visita oficial, de dos días, a Madrid, que en Europa "somos responsables de todo a la par: no es que unos se dediquen sólo al comercio y otros a la seguridad". El canciller alemán, que en ocasiones anteriores ha mostrado su interés por que España aumente su grado de compromiso atlantista, aludió a la futura decisión de España sobre la continuación o no de su adhesión a la OTAN y, en su caso, sobre la definición de la fórmula de participación en este organismo. Kohl señaló después: "Confío totalmente en que el Gobierno y los ciudadanos españoles tengan plena consciencia de su responsabilidad. Más tarde dijo tener también plena confianza "en la racionalidad que los españoles han demostrado a lo largo de su historia".

Economía y defensa

En diversas ocasiones, durante la conferencia de prensa que ofreció ayer en la Moncloa junto a su homólogo español, Kohl subrayó que, la idea de Europa va más allá de cuestiones económicas y comerciales, y defendió su tesis de que la colaboración política y económica parte de las mismas raíces que la colaboración defensiva.Kohl manifestó que "no hay ningún camino español ni ningún camino alemán que no sea común", y expresó también sus deseos de que la incorporación de España a la CEE se produzca en la fecha prevista del 1 de enero de 1986, una vez que "se superen antes las dificultades internas" de la Comunidad.

Las perspectivas de que se reanuden las conversaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética en materia de desarme son optimistas, según Kohl, quien también afirmó que cree que se solucionará en el futuro el problema de Gibraltar, respondiendo así a una pregunta en la que sobre los problemas que para la seguridad española puede crear la existencia de esta colonia.

El presidente del Gobierno español fue muy cauto a la hora de hablar sobre el futuro de la relación entre España y la OTAN. Insistiendo en declaraciones hechas anteriormente, Felipe González dijo que "España tiene una cuota-parte de responsabilidad" en la seguridad europea y "un derecho soberano" a pronunciarse sobre esta cuota-parte, lo que se expresaría a través del referéndum que se celebrase antes de que concluya esta legislatura, según el compromiso contraído por el partido de Gobierno durante la campaña electoral. El presidente del Gobierno no reveló cuál será la fórmula que su Gabinete decida proponer a referéndum para cumplir con lo que él llama "su cuota-parte" en la seguridad europea, y fue en ese momento cuando precisó que "respecto a las cláusulas del tratado de Washington, no hay más que dos posiciones: o se asume el tratado o no se asume

Helmut Kohl concluyó ayer su visita oficial a España con un almuerzo en el palacio de la Zarzuela, invitado por los Reyes. El canciller alemán prolongará durante 24 horas más su estancia, ya con carácter privado. Previamente, ayer por la mañana, Kohl -que es también presidente del partido Unión Cristiana Democrática (CDU) de su país- recibió en el palacio de El Pardo a Óscar Alzaga, presidente del PDP, partido recientemente admitido en la internacional democristiana.

Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores; alemán, Hans Dietrich Genscher, conversaba con su correligionario liberal Antonio Garrigues, presidente del Partido Demócrata Liberal.