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La huelga metalúrgica en Alemania

El sindicato del metal quiere con su grave táctica en forma de alfilerazos obligar a los patronos a mayores concesiones en la mesa de las negociaciones. Quieren, con un mínimo de riesgo, lograr el máximo de efectividad y de esta forma limitar los daños que pueda sufrir la economía. Por el contrario, los patronos consideran que la huelga, al suspender los suministros a la industria del automóvil con este mínimo, infiere el máximo de los perjuicios a la economía nacional. Para los observadores, el conjunto que se ofrece es un teatro del absurdo. Pese a un 80% de votos favorables, creen muchos que la mayoría de los afectados piensan de otra forma y que tras la decisión de la huelga los dirigentes sindicales quieren demostrar su dura voluntad y su hábil táctica.Offenburg, 15 de mayo

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