Kohl llega hoy a Madrid para potenciar el acercamiento entre España y Alemania Occidental
La visita del canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, que llega hoy a Madrid, servirá para estrechar aún más las relaciones entre la RFA y España, conocidas por "tradicionalmente buenas". Son dos países que no tienen contenciosos de importancia y sí una coincidencia de intereses en el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, apoyado por el Gobierno de Bonn, que parte de la base de que España no abandonará la OTAN.
Entre el presidente del Gobierno español, el socialista Felipe González, y el canciller de la RFA, el democristiano Helmut Kohl (Unión Cristiano Demócrata, CDU) que llega hoy a Madrid, se dio casi un caso de amor a primera vista: cuando el dirigente español manifestó hace un año, en Bonn, su "comprensión y solidaridad" con el estacionamiento de los euromisiles, Kohl modificó su discurso en el banquete para registrar el acuerdo entre los dos, y desde entonces, los democristianos no han dejado de utilizar al presidente francés, François Mitterrand, y a Felipe González para demostrar que la oposición socialdemócrata alemana occidental -el SPD de Willy Brandt y Helmut Schmidt- está aislada en Europa con su negativa frente a los euromisiles atómicos.La cooperación entre Bonn y Madrid en el campo militar ha sido intensa en el último año, a pesar de la decisión del programa FACA (futuro avión de combate y ataque) a favor del avión estadounidense y en contra del Tomado alemán. Todo el año pasado fue un continuo goteo de visitas a Bonn y a las principales fábricas de armamento de la RFA por parte de militares españoles. La cooperación en el campo de armamento entre España y la RFA marcha aceleradamente. El proyecto más importante que se negocia actualmente es el del tanque español Lince, que posiblemente sería una licencia del alemán Leopard 2. En este negocio, el problema estaría en la exportación a terceros países a través del modelo español, lo que supondría una serie de complicaciones internacionales importantes si ese tanque apareciese luego en un país de Oriente Próximo.
El apoyo de Bonn al ingreso de España en la Comunidad Económica Europea es sincero y pleno. Aparte de motivaciones políticas -el interés de la RFA de que España siga en la OTAN-, el ingreso de España en la CEE es un negocio favorable para la economía de la RFA, aunque tenga que afrontar mayores desembolsos para la caja comunitaria europea. España es un mercado importante para una industria orientada hacia la exportación, como la de la RFA, que tiene que buscar siempre puntos de venta para productos que los consumidores propios ya no pueden adquirir por estar saturado el mercado.
En la cooperación industrial, la empresa española de automóviles Seat tiene ya en marcha proyectos con la legendaria Volkswagen alemana occidental. Curiosamente, entre los productos más exportados de España a la RFA figuran los automóviles, porque muchos de los coches que circulan por las autopistas alemanas occidentales están fabricados en la Ford o en la Opel española.
Cuando se toca el tema de los emigrantes españoles en la RFA, los políticos y diplomáticos lo liquidan con frases entusiastas sobre "el excelente nivel de integración" de los españoles y el prestigio de que disfrutan. Las autoridades alemanas occidentales, cuando se plantea el tema, dicen siempre que "los españoles no son problema; el problema son los turcos".
Una cosa son las palabras festivas y otra la realidad legislativa cotidiana. A la hora de la verdad, los emigrantes españoles son tratados legislativa y policialmente en la RFA como pertenecientes a un país no comunitario. Para hacer valer sus derechos tienen que recurrir con frecuencia a los tribunales. Esto lo denuncian continuamente los sacerdotes y asistentes sociales que trabajan con la emigración española en la RFA, pero los políticos de uno y otro país insisten siempre en que el problema no existe. Hasta ahora, los hechos son que los españoles están legalmente equiparados a los turcos. Esto es lo que vale para la policía y los tribunales de la RFA. El resto son palabras; buenas, pero palabras.
Cooperación entre partidos
Un aspecto importante de la cooperación entre España y la RFA se da entre los partidos políticos. Desde los días de la transición, incluso en vida del general Franco, los partidos alemanes occidentales establecieron contactos con sus homólogos españoles. En la RFA se sienten orgullosos de la "contribución a la democratización española" a través de estos contactos entre partidos. Recientemente fue condecorado en la Embajada de España en Bonn Dieter Koniecki, representante en España de la fundación socialdemócrata Friedrich Ebert, por su contribución a las relaciones entre los dos países. Otras fundaciones de partidos de la RFA -la democristiana Konrad Adenauer, la de los socialcristianos bávaros Hans Seidel y la liberal Friedrich Naumann- mantienen delegados y representantes en España y contribuyeron con cursos y formación de cuadros políticos al desarrollo de los partidos políticos españoles. En algunos casos, la contribución llegó a hacerse, en metálico, y el caso más visible fue el de los cheques que extendió Strauss a políticos españoles de Alianza Popular. Esto fue publicado, con pruebas, hace cuatro años por el semanario Der Spiegel.
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