Barrera no presidirá el Parlament, pero aún puede ser 'conseller' de la Generalitat
Heribert Barrera, secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), no será de nuevo el presidente del Parlamento catalán. Así lo anunció ayer el propio Barrera después de entrevistarse con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Pese a que, aparentemente, se han roto las conversaciones entre ambas fuerzas, fuentes fidedignas, precisaron anoche que aún no debe descartarse que ERC entre en el nuevo Gobierno Pujol con dos carteras, una de ellas para el propio Heribert Barrera. El nuevo presidente del Parlament será Miquel Coll Alentorn, el anciano presidente del Consell Nacional de Unió Democràtica, el partido coaligado con Convergència Democràtica, que ayer cumplió 80 años.
"No seré el próximo presidente del Parlament", manifestó ayer Barrera después de conversar con Pujol. "Convergència i Unió no ha aceptado las propuestas presentadas por Esquerra Republicana, que eran las mínimas exigidas por éste partido para participar en un futuro pacto para los próximos cuatro años", añadió. Las peticiones de ERC, consideradas básicas para un pacto de Gobierno con CiU, se reducían a la necesidad de proceder a la creación de una provincia única en Cataluña, la reforma del Estatut d'Autonomía, y la disolución de las Cámaras Agrarias.Fuentes cercanas al Gobierno de la Generalitat indicaron anoche, sin embargo, que se había cerrado una parte de la negociación, pero que se iba a abrir una nueva que debía conducir a integrar a Heribert Barrera y a otro dirigente de ERC en el Gobierno catalán que debe formar Pujol a principio del mes que viene.
Según estas fuentes, Barrera no estaba interesado realmente en repetir en la presidencia de la Cámara, porque en la nueva legislatura la mayoría absoluta de CiU (72 de 135 escaños) relegaba aquella figura a un papel secundario, al revés de lo que ocurrió en la anterior etapa: "El portavoz parlamentario de CiU tendrá más poder que el presidente de la Cámara", comentaron dichas fuentes, para quienes las negociaciones entre ERC y CiU para la formación del nuevo Gobierno ya se han iniciado.
Ambigüedades de Pujol
En el ánimo de muchos dirigentes de CDC y de ERC existía ayer el convencimiento de que la voluntad de acuerdo entre ambas formaciones, y fundamentalmente entre sus dos principales dirigentes, para constituir un frente nacionalista, permitiría superar las discrepacias, que nunca se dieron por insalvables.
La ruptura de conversaciones entre Pujol y Barrera sorprendió a los dirigentes de ambos partidos, muchos de los cuales habían abandonado Barcelona el viernes por la noche y se enteraron de la noticia por los medios informativos. El grado de convencimiento que existía en CiU y ERC de que el pacto cuajaría era tal que nadie se sorprendía de las llamadas telefónicas del diputado electo de Esquerra, Joan Hortalà, a varios departamentos de la Generalitat, interesándose por conocer detalles sobre la cartera que iba a ocupar.
Jordi Pujol y Heribert Barrera se entrevistaron ayer por cuartavez en los últimos diez días, tal como habían acordado el viernes, después de que el presidente de la Generalitat le diera largas a todas sus peticiones y le manifestara que la política de la Generalitat la fijaba él, para lo que cuenta con la mayoría absoluta en el Parlament.
La evolución de las conversaciones mantenidas entre ambos políticos no hacía presagiar este final. La conversación de ayer debía servir tan sólo para, despejar las ambigüedades de la carta remitida el viernes por Pujol al partido republicano y que ha sido el detonante para romper las conversaciones. La comisión permanente de ERC, el único órgano del partido que ha estado al corriente de las negociaciones, encontró en la misiva del titular de la Generalitat "una vaguedad que no se correspondía con el clima de acuerdo que nos transmitían Barrera y sobre todo Hortalà" y encargó al primero de ellos que reclamara de Pujol una mayor precisión.
Unió Democràtica, el partido coaligado a CDC, es el gran beneficiado de la renuncia de Barrera a presidir el Parlamento. En virtud del pacto de coalición, la presidencia del Parlament debía corresponer a uno de los diputados de Unió. La mayoría absoluta alcanzada por CiU en las elecciones del pasado 29 de abril hizo pensar a Unió que el pacto se iba a cumplir al pie de la letra, pero sus dirigentes se vieron sorprendidos por Jordi Pujol, que ofreció la presidencia de la Cámara a Heribert Barrera, como una parte de su gran operación de unificar bajo su liderazgo a todas las fuerzas nacionalistas.
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