Oreja se propone revitalizar el Consejo de Europa y convertirlo en foro de todas las democracias

FELICIANO FIDALGO ENVIADO ESPECIAL, Marcelino Oreja, recibido ayer por la Prensa de la capital de Europa, Estrasburgo, como el patrón español del Consejo de Europa, manifiesta que tiene el propósito de revitalizar este organismo y darlo a conocer a la opinión pública europea. El Consejo de Europa, además de ser plataforma para la integración del viejo continente, ha de convertirse en un foro para el diálogo de todas las democracias.

Oreja vive obsesionado por el desconocimiento que del Consejo de Europa tiene la opinión pública, a pesar de que ahora festeja su 35º cumpleaños. Quizá por ello, expone antes de nada lo que para él es esta institución: "Una organización para la libertad y una plataforma tendente de la integración de los Estados y de los pueblos de Europa, un foro defensor de los derechos del hombre, un lugar de encuentro de políticos, parlamentarios, personalidades". ¿Y qué ocurriría, ahora que un vasco es la autoridad máxima del Consejo de Europa, si un coterráneo suyo, de ETA Militar, hace uso del recurso individual que ofrece esta organización para delatar la tortura en España? "Sería atendido, según el procedimiento de ese recurso individual específico del Consejo".Oreja reacciona cuando se le dice que el Consejo de Europa es acusado de no servir para nada, o poco más: "Eso es totalmente injusto, y a la vista están todas las convenciones (unas 116) de derechos humanos, que en muchas ocasiones han sido después adoptadas por los Gobiernos de los 21".

Oreja acentúa la necesidad de profundizar "el diálogo político con todas las demás democracias", y cita las americanas y Japón, y con los países del Este: "Estoy dispuesto al diálogo con estos países sobre problemas concretos, culturales, técnicos, de educación".

Felipe González, en un discurso que pronunció en enero en el hemiciclo europeo, señaló la juventud, las relaciones con Iberoamérica y el terrorismo como las tres directrices esenciales de la labor del Consejo de Europa: "Éstoy de acuerdo con ello", declara Oreja.

Las proposiciones sobre una conferencia europea contra el terrorismo, formuladas por el presidente González, han sido adoptadas ampliamente por esta asamblea, pero se han hecho objeciones, por escrito, muy serias. "El terrorismo es internacional a veces, pero es nacional casi siempre, y los países ya gozan de un arsenal suficiente de medidas para combatirlo. Por otra parte, una conferencia para abordar ese tema sería útil políticamente, pero cabe preguntarse por su eficacia real", se ha dicho. Oreja declara sobre este punto: "Nuestro presidente no ha presentado un proyecto completo, sino una orientación, que puede ser matizada, completada. La conferencia de Helsinki, por ejemplo, no ha sido un éxito rotundo, pero está en marcha, y claro que necesitará muchos años para cuajar en algo más tangible".

Otra cuestión que prepara Oreja para cuando a partir del 1 de octubre ocupe la secretaría general del Consejo son las relaciones de éste con la CEE: "Hay que multiplicar y profundizar las relaciones entre ambos organismos al más alto nivel, pero cada uno de ellos tiene su especificidad y debe conservarla, aunque, sobre el terreno, a corto plazo, las realizaciones de, la CEE sean más tangibles".