_
_
_
_
Reportaje:

El integrismo islámico y la caída de los precios del petróleo, principales problemas

El hecho de que uno de los implicados directamente en el asalto a la residencia cuartel del coronel Gadafi. fuera Ahmed Hawas, antiguo diplomático libio túen conocido entre la clase política y miembro del Frente Nacional para la Salvación de Libia, que encabeza el también ex diplomático Mohamed Maghariaf, confirma que el atentado tuvo el sigilo islámico que caracteriza a esta organización.Pertenecían asimismo a organizaciones islámicas de vanguardia los dos estudiantes que fueron ahorcados por sus corapañeros en la universidad de Tripolí el pasado 16 de abril.

Ambos datos parecen indicar que el islam tradicionalista que combate Muamar el Gadafi cuenta con numerosos adeptos en un país que camina a marchas forzadas por la vía de su modernización, hasta el punto de que esa tendencia religiosa podría llegar a convertirse en el aglutinante de todos los descontentos por la política oficial.

Más información
La confusión reina en la política exterior de Trípoli

En el mismo sentido pueden interpretarse las tres derrotas sufridas recientemente por otros tantos proyectos de ley renovadores, que fueron rechazados por el Congreso General del Pueblo -especie de Parlamento que agrupa a los representantes de todas las capas populares- por urta mayoría aplastante.

Uno de los proyectos en cuestión trataba de reglamentar el divorcio sobre la base de la igualdad entre el hombre y la mujer, que el propio Gadafi defendió personalmente frente a los integristas musulmanes.

El segundo proyecto rechazado, pese a que también contaba con el apoyo de Muamar el Gadafi, pretendía introducir el servicio militar obligatorio para las mujeres en la misma medida que pa,ra los hombres.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El tercer proyecto legal proponía una reorganización de los 25 municipios tradicionales que integran el país bajo la autoridad de sólo,14 nuevos gobernadores.

A los problemas creados por esta dinámica social se añaden los derivados de las dificultades financieras resultantes del descenso relativo de los precios del petróleo tras el boom de 1974.

El coste de la vida crece en Libia, mientras los salarios de los trabajadores permanecen bloqueados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_