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Protestas latinoamericanas por la subida de los tipos de interés en Estados Unidos

Los presidentes de Argentina, Brasil, México, Venezuela y Colombia acordaron ayer expresar su protesta y preocupación por el aumento de los tipos de interés bancario en EE UU. Raúl Alfonsín, presidente de la República Argentina, mantuvo ayer conversaciones telefónicas con los mandatarios de los países citados, a propósito del efecto negativo que para las economías del continente, afectadas de una enorme deuda externa, ha supuesto el reciente incremento del 12% al 12,5% del prime rate o interés preferencial de la banca privada estadounidense, la gran acreedora financiera de la región.

Por otra parte, ayer se anunció la concesión por el Fondo Monetario Internacional de un crédito a Brasil por importe cercano a los 260 millones de dólares, concedido para paliar el descenso de las exportaciones brasileñas, principalmente de mineral de hierro, azúcar y soja, durante 1983.Para los presidentes de tales países, el aumento de los tipos de interés en el mercado de capitales norteamericano "coloca en una situación crítica a quienes han reiterado su voluntad de cumplir con sus compromisos financieros". Para Argentina, el aumento de los tipos de interés del dólar supone engordar su servicio de la deuda en 600 millones de dólares, unos 90.000 millones de pesetas, cantidad equivalente a las exportaciones de carne previstas para el año en curso. En un comunicado distribuido por la Casa Rosada, Alfonsín, que ha recibido ya fuertes críticas del sindicato peronista, señala que ello "supera la capacidad de pago argentina y compromete la reactivación económica y la paz social del país".

Para los países latinoamericanos, cuya deuda financiera se estima en 350.000 millones de dólares, la subida del preferencial norteamericano supone un recargo adicional, vía servicio de la deuda (intereses), de 2.000 millones de dólares, unos 310.000 millones de pesetas al cambio actual. Joas Figueiredo, presidente de Brasil, calificó el acontecimiento de "perturbador" para su país.

La dimisión de Feldstein

Mientras tanto, la Casa Blanca trata en Washington de vender la dimisión de Martin Feldstein, jefe de los asesores económicos del presidente Reagan, como un asunto rutinario, mientras la oposición demócrata intenta capitalizar políticamente el acontecimiento en el Congreso, calificando el suceso como la ruptura del último eslabón existente entre la Administración y la realidad económica". El presidente de la Comisión de Presupuestos de la Cámara, el demócrata Jim Jones, manifestó ayer que "es una lástima que, la, Casa Blanca no haya seguido los consejos de Felcistein más a menudo, especialmente en lo relativo al déficit, situado en torno a los 180.000 millones de dólares".Por otra parte, una misión de parlamentarios latinoamericanos que visita EE UU para explicar la situación del subcontinente, rechazó una propuesta del propio Martin Feldstein, quien, horas antes de anunciar su dimisión, había recomendado a la misión la devaluación de las monedas latinoamericanas como única solución para aumentar la competitividad de sus exportaciones. "De nada serviría devaluar si no hay aportunidad de exportar a causa de las barreras proteccionistas que siguen vigentes en los países industriales".

Curiosamente, la reunión que 20 bancos centrales han celebrado en Nueva York clausuró ayer sus sesiones sobre soluciones a la crisis mundial de pagos, urgiendo una sustancial reducción de los tipos de interés que gravan la deuda de los países del Tercer Mundo.

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