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Homilía del Papa en dialecto 'pidgin' ante 200.000 nativos de Papua-Nueva Guinea

Juan Pablo II pronunció su homilía en pidgin, una variedad de inglés dialectal y una joven de senos desnudos, es decir "vestida" según la costumbre de la región, participó como ministra de la palabra en el transcurso de la misa que el Papa celebró ayer ante cerca de 200.000 nativos en Mount-Hagen, uno de los puntos más elevados de Papúa Nueva Guinea.

El pontífice llegó a la citada localidad montañosa sobre las diez menos cuarto de la mañana, con casi 20 minutos de retraso, porque el motor auxiliar del avión Fokker F-28 que le llevó desde la capital, Port Moresby, falló durante el vuelo, aunque la única consecuencia fue que las luces .interiores del aparato se apagaron. El motivo de la visita del pontífice a este pueblo remoto era conmemorar el 50º aniversario de la llegada de los primeros misioneros católicos, que fueron llamados a la región por un buscador de oro australiano llamado Danny Leahy, que ahora tiene 71 años, y que asistió a la misa celebrada ayer por el Papa.Los misioneros, barbudos y de sotana blanca, que asisten a esta nueva gira de Wojtila por Papúa -muchos de ellos le conocieron cuando en 1973, siendo arzobispo, visitó esta misma zona- reconocen que la visita papal es un importante paso en el largo camino que todavía les queda por recorrer. La gran mayoría de los casi 100.000 bautizados que hay en la islas siguen practicando la poligamia y mantienen sus prácticas animistas. Se ha hablado incluso de un culto-cargo, porque la creencia de que el hombre blanco poseía algún sortilegio capaz de atraer aviones cargados de mercancías jugó un papel importante en muchas conversiones ingenuas.

Durante las últimas semanas, la secta de Filadelfia, que tiene su base en Australia, lanzó una campaña de propaganda para convencer a los nativos de Papúa de que el Papa no representa a Dios, sino a los espíritus del mal, Pero durante la jornada de ayer, volvió a haber intensa cordialidad entre la enorme masa de nativos, bautizados o no, que se trasladaron a Mount-Hagen, algunos de ellos caminando descaIzos por la selva durante semanas, y el enviado de Roma, que vestía de blanco y se tocaba con un sombrero rojo de cinta ancha.

Gran parte del éxito popular de Juan Pablo II en esta gira es producto de su interés por acercarse a la lengua y a las costumbres locales. Se esfuerza por hablar el pidgin y acepta con naturalidad los dientes y animales que los melanesios le entregan como ofrenda. Pero a veces tiene que recurrir al inglés ortodoxo, como ayer, cuando paralizó pon un grito de "no es verdad", a la masa que, en el antiguo campo de golf embarrado de Mount-Hagen le cantaba "mi pela likum yu" (te queremos). "No es verdad, queréis a Jesús", respondió el Papa, provocando una ovación estruendosa.

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