Kay Weaver,
una mujer de 127 kilos, mató a su marido al arrodillarse sobre él, pero el fiscal consideró que se trataba de un accidente y no la ha procesado. El hecho ocurrió en Harrisburg (EE UU), tras una larga pelea del matrimonio en la que Kenneth Weaver, en estado de embriaguez, fue abofeteado y tirado al suelo por su esposa. En ese momento Kay se arrodilló sobre él para evitar que se levantara, lo que le provocó la muerte por asfixia.
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