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Los panameños votaron ordenada y masivamente para elegir, por primera vez en 16 años, un presidente y un Parlamento

Antonio Caño

Los panameños acudieron ayer a las urnas en orden y masivamente, según las impresiones recogidas cuando todavía quedaban varias horas para el cierre de los colegios, para elegir de forma directa, por primera vez en 16 años, un presidente de la República, dos vicepresidentes y 67 integrantes de la Cámara legislativa. De acuerdo con los votos manifestados por algunos de los electores a la salida de los centros, el candidato de la Alianza Democrática de Oposición, el octogenario Arnulfo Arias Madrid, podrá contar con la ventaja suficiente para convertirse en el próximo presidente, aunque a la hora de cerrar esta edición no se disponía aún de ningún dato serio ni oficial ni oficioso.

Los comicios, tal como estaba previsto, han quedado reducidos a un plebiscito entre Arnulfo Arias y el candidato oficialista, Nicolás Ardito Barletta, al que respaldan las fuerzas de defensa, y el resultado final se decidirá por escaso margen.El ex presidente de Colombia Alfonso López Michelsen y un emisario de los ex presidentes norteamerícanos Jimmy Carter y Gerald Ford, Willian Hordei, actúan oficialmente como observadores internacionales en estos comicios.

El ambiente en los colegios electorales fue muy tranquilo, con una discreta presencia militar y, aparentemente, con garantías suficientes de que no sería fácil la falsificación de los datos.

La población acudió a las urnas en absoluta libertad, con la seguridad del secreto de su voto que, aunque es obligajorio, se ejerció sin coacción, ya que hasta la oposición reconoce que no se toma ningún tipo de represalias contra aquellos que optan por no acudir a las urnas.

Tanto entre los votantes jóvenes -el 62% de los votantes acude por vez primera a las urnas- como en los de edad más avanzada, el comentario más extendido fue ayer que "hemos votado contra los militares y contra la dictadura".

De unas 100 personas preguntadas por este enviado especial, más de 60 confesaron su voto a favor de Arnulfo Arias, una veintena aseguraron haber votado por Barletta y algunos prefirieron mantener el secreto de su voto.

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Contra la dictadura

El comandante en jefe de las fuerzas de defensa, general Manuel Antonio Noriega, declaró después de depositar su papeleta que "el general Omar Torríjos se sentiría orgulloso de lo que hemos hecho".

Arnulfo Arias provocó un auténtico delirio a la entrada a su centro de votación. Su candidato a la segunda vicepresidencia, Ricardo Arias Calderón, pidió "que los adversarios comprendan que tiene que haber buena voluntad y que mañana no haya ni victoriosos ni derrotados".

Nicolás Ardito Barletta resaltó, tras emitir su voto, el hecho de que la jornada electoral se hubiese desarrollado en un clima de paz en todo el país y manifestó su confianza en el triunfo.

En la noche anterior a la jornada electoral, en la que, al igual que ayer, estuvo vigente la ley seca, no se produjeron incidentes en las calles, aunque las fuerzas de defensa clausuraron una emisora de radio que estaba haciendo campaña en contra de Arnulfa Arias, violando la jornada de reflexión.

También fueron registrados algunos coches en busca de armas y municiones.

Temor al Ejército

Las mismas personas que ayer confesaban su voto a favor de Arias manifestaron su temor a que las fuerzas de defensa no respeten el resultado de las elecciones.

La oposición ha provocado tal clima triunfalista entre sus seguídores que será difícil evitar disturbios callejeros si se anuncia la victoria del candidato oficialista.

En su cierre de campaña, el pasado viernes, Nicolás Ardito Barletta pronunció un discurso moderado y lleno de contenido que contrastó con la habitual retórica vacía de su rival.

Sin embargo, mientras en el mitin del segundo decenas de miles de personas vibraron y lloraron ante su líder, en la concentración de la coalición oficialista a Barletta le resultó muy difícil mantener la atención de su audiencia, que parecía más interesada por la cerveza gratuita y las orquestas de salsa.

El general Noriega se dirigió en la noche del sábado al país, a través de todos los canales de televisión y emisoras de radio, para afirmar que "ha sido posible llegar a esta situación porque desde el 11 de octubre de 1968 (fecha del golpe de Estado encabezado por Torrijos) se ha consolidado un vínculo entrañable entre el pueblo y sus fuerzas armadas, porque nosotros, los hombres con uniforme, somos parte de este gran pueblo".

También pronunció un discurso radiotelevisado el presidente de la República, Jorge Illueca, quien destacó que "éstas serán las primeras elecciones directas que se realizarán durante la vigencia de los nuevos tratados (con Estados Unidos sobre el canal de Panamá) en momentos en que nuestra región sufre una aguda crisis económica y está afectada por hondas conmociones políticas".

Reformas culminadas

Las elecciones de ayer en Panamá supusieron la culminación del proceso democratizador ideado por el general Torrijos, que se inició con las reformas constitucionales en 1978 y 1983.

Hasta ahora, el presidente y los dos vicepresidentes eran elegidos por los 505 miembros de la Cámara legislativa, todos ellos del Partido Revolucionario Democrático (PRD), fundado por Omar Torrijos.

El número exacto de electores es de 917.000, y el candidato que resulte ganador recibirá el próximo 11 de octubre la presidencia por un período de cinco años.

Además de los dos principales aspirantes a la victoria, concurren a estos comicios candidatos a la presidencia por otros cinco partidos, entre los que destacan el general Rubén Darío Paredes, exjefe de la Guardia Nacional, y Carlos Iván Zúñiga, representante de la izquierda moderada.

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