González y Soares creen que deben corregirse los conflictos bilaterales antes de que se ingrese en la CEE

España y Portugal deberán entenderse en los capítulos que actualmente les diferencian -pesquero y comercial, fundamentalmente- antes de que ambos países ingresen formalmente en la Comunidad Económica Europea el 1 de enero de 1986, según dijeron ayer los primeros ministros de ambos países, Felipe González y Mario Soares, tras un encuentro de más de dos horas y media en la Moncloa. Los dos líderes socialistas ibéricos dijeron estar de acuerdo en todos los temas, y negaron que existan divergencias entre ellos respecto a las posibles soluciones para el conflicto centroamericano.El presidente del Gobierno español subrayó, al término del encuentro no oficial con Soares, que los dos países ibéricos tendrán que llegar a un acuerdo sobre los temas bilaterales conflictivos quieran o no, ya que, a partir de 1986, estarán condenados a entenderse dentro de la CEE. González minimizó los problemas comerciales y pesqueros que dificultan las relaciones hispano-portuguesas desde hace dos años, subrayando que es voluntad española equilibrar la balanza comercial, claramente favorable a nuestro país. En cualquier caso, de acuerdo con el jefe del Gobierno español, Portugal deberá continuar comprando preferentemente a España, dado que los precios europeos son más elevados.

También en el capítulo pesquero -en el que la firma de un nuevo acuerdo está paralizada en la práctica- se mostró optimista González, destacando las posibilidades de cooperación en este terreno, sobre todo a través de empresas mixtas y merced a la capacidad española de consumo de pescado.

La adhesión de ambos países a la CEE ocupó buena parte de la conversación mantenida ayer entre los dos primeros ministros. Los dos admitieron que la complejidad de la negociación Mercado Común-España es mayor que en el caso portugués, tanto en los terrenos pesquero y agrícola como en el industrial. González insistió en la tesis española de cerrar los capítulos aún abiertos antes de formalizar la adhesión.

Ambas partes desmintieron que mantengan diferencias en el seno de la Internacional Socialista -de la que tanto Soares como González son vicepresidentes- acerca de Centroamérica, si bien González admitiría después que ha habido "alguna discrepancia" en torno al tema concreto de Nicaragua. El presidente español, pese a una inicial negativa, aceptó acudir a Lisboa a finales de junio para asistir al simposio sobre Latinoamérica organizado por Soares.