El 'aparato' demócrata, escindido entre la imagen de Mondale y el 'fenómeno Hart'
RAMÓN VILARÓ ENVIADO ESPECIAL, La ciudad de San Francisco, en California, se prepara para ser escenario, del 16 al 19 de julio, de la convención nacional del partido demócráta, en la que se decidirá el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Mientras la campaña electoral se desplaza hacia los Estados del Sur y del Oeste, el apomo demócrata aparece dividido entre la débil imagen del ex vicepresidente con Carter, Walter Mondale, y la discutiblemente innovadora del senador por Colorado, Gary Hart. Entre tanto, el tercero en discordia, el reverendo de raza negra Jesse Jakson les está arrebatando el voto negro.
Mondale, Hart y Jackson, afilan actualmente sus argumentos electorales para ganar delegado en el importante voto por asam bleas (caucuses) de mañana en Texas, donde están en juego 200 delegados. Mondale tiene actual mente 1.238 delegados; Hart 669, y Jackson, 207, sobre un total de 1.967 que son necesarios para conseguir la designación automática en la convención.Aunque Mondale se perfila corno ganador de la convención de San Francisco, hay un ambiente de escisión dentro del aparato demócrata. Mondale arrastra su desafortunada imagen de ex vicepresidente durante la Administración Carter, mientras Hart no logra, convencer totalmente con su innovador programa de una nueva democracia. Jackson, por su parte, resta apoyo, tanto a Mondale como a Hart, al captar casi totalmente el voto de la minoría negra.
Es probable que la convención acabe galvanizando las actuales divergencias entre Mondale, Hart y Jackson. Pero la gran incógnita para los demócratas es hasta qué punto el líder que aurja de la convención será capaz de triunfar el 6 de noviembre ante el actual presidente, el republicano Ronald Reagan. .
El acontecimiento del año
La convención demócrata remueve todos los estamentos de la vida política, económica y social de San Francisco, poblada por 700.000 habitantes. La activa alcaldesa, Diane Feistein -uno de los nombres que suenan en caso de que los demócratas decidieran nombrar a una mujer para el cargo de vicepresidente-, quiere que la convención aumente la popularidad de la idílica ciudad. Y también que incremente las arcas municipales en unos 30 millones de dólares (unos 4.500 millones de pesetas), cifra que se calculá gastarán los demócratas en la convención.
Con presencia de 5.000 delegados representantes de los 50 Estados de la Unión, unos 15.000 periodistas y observadores diplomáticos, la convención constituirá el acontecimiento del año en California, antes de la celebración de los Juegos, Olímpicos, en Los Ángeles, del 28 de julio al 12 de agosto. Durante la convención, San Francisco será también escena rio de manifestaciones políticas y sociales, a tono del carácter poco convencional que siempre ha te nido la ciudad desde la época de los buscadores de oro. Los gays anuncian su desfile anual para las mismas fechas de la convención. Se espera que asistan unas 200.000 personas.
Los opositores de la pena de muerte prometen invadir la abandonada isla y cárcel de Alcatraz, encadenándose como protesta por el restablecimiento de la pena capital en varios Estados. Los antinucleares, ecologistas y pacifistas preparan una contra-convención en la vecina ciudad de Okland. Incluso los racistas del Ku Klux Klan preparan diversas actividades.
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