El jefe del Gobierno andorrano dimitió por la falta de colaboración del Parlamento

La dimisión irrevocable, presentada el pasado lunes, del Gobierno del principado de Andorra, que presidía el conseller Oscar Riba, fue debida, según éste, a la falta de reconocimiento por parte del Consell General (Parlamento) y de los servicios de los dos copríncipes "a la política seguida por el Ejecutivo, tendente a la construcción del Principado como un Estado moderno".

El anuncio de la dimisión de todo el Gobierno señala "que la reforma no puede avanzar puesto que no hay voluntad de que así sea ni por parte de las instituciones ni de las personas". El Ejecutivo se queja de que se encuentra atado al Consell General.Oscar Riba accedió a la Jefatura del Gobierno en enero de 1982 apoyado por un grupo económico importante -en el Principado no hay partidos políticos- encabezado por el financiero Reig, al que se unieron los parlamentarios de Andorra la Vella y el grupo Pintat de Sant Julià.

Riba representaba una opción liberal conservadora aun cuando el jefe del Gobierno andorrano se había definido como socialdemócrata.

La dimisión del Gobierno andorrano se produce antes de la aprobación de los presupuestos generales. En ellos se habían previsto unos nuevos ingresos para la hacienda del principado, a través de la ley de Refundición y Creación de Fuentes Tributarías, que permitía ampliar los instrumentos de recaudación y paliar el déficit público, que en 1981 alcanzó 1.300 millones de pesetas.

La comisión permanente del Consell General ha sido convocada para hoy para tratar la si,tuación después de la crisis. El Gobierno está previsto que continúe, en funciones, hasta el 30 de mayo, fecha a partir de la cual el Consell tendrá que elegir un nuevo Gabinete.