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CATALUÑA

La policía halla muertas en Barcelona a dos hermanas que se suicidaron en septiembre

Dos hermanas gemelas, María del Carmen y María Rosa Cantí Camell, de 46 años de edad, fueron encontradas muertas el pasado jueves en el piso que habitaban, en la calle de Navas de Tolosa de Barcelona. Según fuentes policiales, las mujeres podrían haberse quitado la vida entre los meses de agosto y septiembre pasados, con lo que sus cadáveres habrían permanecido durante más de siete meses en el piso sin que nadie presentara ninguna denuncia por desaparición.

Al parecer, las hermanas Cantí Camell, que vivían solas, decidieron poner fin a sus vidas, cortándose las venas, al no poder hacer frente a las numerosas deudas económicas que las llevaron al borde del desahucio.Los cádaveres de María del Carmen y María Rosa Cantí Camell, cuyo aspecto era el de dos momias, fueron halladós por el funcionario del juzgado que iba a proceder al desahucio de la vivienda por falta de pago. Desde hace más de tres meses, a las dos hermanas les habían cortado la luz, el gas y el agua corriente, aunque nadie sospechó entonces que yacían ya muertas en sus respectivas camas, una junto a la otra, en una habitación del piso que habitaban desde hace 15 años de Ja calle de Navas de. Tolosa, número 259, de Barcelona.

Los vecinos no las extrañaron porque las hermanas salían muy poco y no mantenían relación social alguna. Tampoco durante este tiempo notaron ningún olor que pudiera infundir la sospecha del trágico final. El piso tenía todas sus puertas y ventanas cerradas, lo que no sorprendía a los vecinos, que recuerdan que en estos últimos años "la casa se ventilaba muy poco".

María del Carmen y María Rosa "se habían vuelto más esquivas, apenas saludaban", manifestó una vecina a este diario, tras señalar que el trato simpático, pero escueto, que habían manifestado antaño lo habían ido perdiendo. Su aspecto se había vuelto casi descuidado, según otra vecina: "Jamás llevaban ni una pizca de maquillaje, el pelo gris y atado en una coleta y sus ropas anticuadas". Asegura, además, que las gemelas aparentaban tener mucho más de 46 años.

En alguna ocasión, una de las hermanas, la que trabajaba, había sido vista con un cíngulo morado, símbolo de penitencia. "No entiendo como en este tiempo nadie ha venido a preguntar por ellas, ni siquiera algún compañero o algún responsable del lugar de trabajo", dice una vecina que, sin poder asegurarlo, cree que María Rosa trabajaba como maestra.

Las hermanas vivían solas, después de que una tía suya muriese hace tres años. A partir de entonces empezaron a descuidarse y aparecían cada día más tristes a los ojos de sus vecinos.

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