Israel critica el nombramiento de Karame como primer ministro libanés
El nombramiento el jueves del líder prosirio Rachid Karame como primer ministro de Líbano no ha sido acogido favorablemente por el obierno israelí, que considera que este hecho sellará la influencia de Siria sobre el país vecino y podría poner fin a las casi inexistentes relaciones entre ambos países. Fuentes políticas en Jerusalén especulan con la posibilidad de un próximo cierre de la representación diplomática israelí en Beirut.Sin embargo, según estas mismas fuentes, el nombramiento de Rachid no sólo no perjudicará, sino que incluso reforzará "las relaciones especiales" existentes entre Israel y los cristianos libaneses. Fedi Fram, jefe de las fuerzas libanesas, declaró que rechazará toda propuesta referente al cierre de la oficina israelí en Beirut y que mantendrá la representación falangista en Jerusalén que será inaugurada oficialmente la próxima semana.
Varios alcaldes y consejeros municipales del sur de Líbano han criticado el nombramiento de Karame en el. curso de una reunión convocada expresamente para tratar este tema y declararon que "el principal resultado de este nombramiento será el de reforzar las relaciones entre la población del sur de Líbano e Israel".
Sin embargo, en las localidades situadas en las proximidades del río Awali y de las zonas que no se hallan bajo el control del Ejército libanés se subraya que lo más significativo de este hecho es que ha sido nombrado, con procedimientos legales, un primer ministro que logrará tomar el control de la situación y quizá librarlos de la dominación israelí.
Los expertos del Ministerio de Defensa israelí no se muestran preocupados ante las declaraciones de Karame y sus llamamientos "al mantenimiento y extensión" de los ataques contra el Ejército o sus exigencias de que los dirigentes cristianos y drusos rompan sus relaciones con Israel.
El Ministerio de Defensa israelí está seguro de que tanto los cristianos, que temen la influencia siria en el país, como los drusos, que consideran que el Gobierno de Tel Aviv es más favorable a sus aspiraciones de autonomía para la región del Chuf, no romperán sus relaciones con Israel. Según estas fuentes, el líder druso, Walid Jumblat, se halla decepcionado por la forma de actuar de los dirigentes sirios, que intentan constantemente reducir sus conquistas políticas logradas por medio de sus victorias militares.
Los dirigentes israelíes desconfian tradicionalmente de Karame, que consideran "un viejo vasallo de Damasco", pero están convencidos de que el nuevo primer ministro libanés, a pesar de sus enérgicas palabras contra Tel Aviv, "no tiene las armas que exigen sus ambiciones".
Por otra parte, Rachid Karame inició ayer una serie de conversaciones con los miembros del Parlamento libanés de cara a la formación de un nuevo Gobierno en el que participarán los representantes de las principales facciones.
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