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La crisis entre Libia y el Reino Unido

Un impresionante cerco electrónico

Soledad Gallego-Díaz

La policía británica ha desplegado todo un arsenal de aparatos electrónicos para vigilar la sede de la Oficina Popular libia. La Embajada, un elegante edificio del siglo XVIII situado en St. James Square, detrás de Piccadilly, fue inmediatamente cercada por agentes de la Sección D 11 de Scotland Yard, tiradores de elite, y de la Sección Diplomática, acostumbrada también al uso de armas de precisión.Unos y otros fueron provistos de rifles con mira telescópica y rayos infrarrojos y con lanzadores de gas. En segunda línea ha permanecido siempre preparado un equipo del Special Air Service (SAS), grupo antiterrorista del Ejército que se encargó en 1980 del asalto a la Embajada de Irán, cuyos ocupantes habían sido tomados como rehenes.

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En el caso de la Embajada libia, la policía estaba muy interesada en saber qué ocurría dentro del edificio. Todas las comunicaciones telefónicas fueron sometidas a control y se instalaron potentes cámaras de televisión y vídeo, capaces de rodar por la noche, que vigilaban todas las ventanas y puertas de acceso.

El anterior propietario del edificio se puso en contacto inmediatamente con Scotland Yard para proporcionar detallados planos de la Embajada, incluida una salida secreta. La azotea del edificio fue también vigilada con cámaras instaladas en dos helicópteros que realizaron frecuentes pasadas.

Igual que ocurrió en 1980, la policía ha utilizado potentísimos micrófonos y aparatos de rayos láser para detectar los movimientos físicos en el interior de la Embajada. Muy posiblemente Scotland Yard haya colocado también en esta ocasión pequeños micrófonos de alta sensibilidad, en los muros de la sede diplomática. En la noche del jueves, un avión militar realizó tres ruidosas pasadas sobre el edificio, momento que pudo ser aprovechado para practicar los agujeros necesarios. Al menos así ocurrió durante el asedio a la Embajada iraní: se utilizó el paso de aviones de línea para introducir los micrófonos.

Aunque no han sido utilizados en ningún momento, la Oficina Popular ha sido también rodeada de potentes reflectores, con generador propio, capaces de iluminar completamente todas las fachadas del edificio en cualquier momento.

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