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Tribuna:Elecciones autonómicas de Cataluña del 29 de abril
Tribuna
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La Iglesia catalana apuesta por el pacto

MARIUS CAROL

"Aunque algunos de los máximos dirigentes de la jerarquía catalana son hombres que posiblemente votan a CiU, las relaciones con el Gobierno autónomo hubieran sido igualmente buenas si el presidente hubiera sido un hombre de izquierdas". Estas palabras de un conocido teólogo catalán intentan poner de manifiesto el talante progresista del clero de Cataluña, que ha optado por la vía del pactismo, huyendo de guerras de catecismos, batallas contra la LODE o cruzadas antidivorcistas.Contrasta esta actitud con la mantenida por sus colegas de la Conferencia Episcopal Española, que han tenido en monseñor Elías Yanes una punta de lanza contra el Gobierno socialista, aunque en el último momento los sectores más progresistas vencieran el pulso a los más conservadores, tal como se apreció en las últimas elecciones e la conferencia. Ahí están los nombres de Díaz Merchán, Setién, Echarren, Torrella... en la presidencia y al frente de las comisiones del máximo organismo religioso.

La sensibilidad política de la jerarquía catalana tiene unas raíces sociológicas que conocieron un momento especialmente álgido en 1967, durante la campaña Volem bisbes catalans, y que se desarrollaron en los años siguientes en la sociedad catalana, donde los movimientos de base, organizaciones laicas y asociaciones de signo cristiano optaron por una vía progresista que encontró en el Concilio Vaticano II su mejor apoyo.

Curiosamente, este progresismo que caracterizó a amplios sectores cristianos de la sociedad catalana, no conecta directamente con lo que se ha venido en llamar el nacional-catolicismo pujoliano (que tiene como nombres significativos los de Terres i Bages o Lluís Carreras, que han influido claramente sobre la personalidad de Jordi Pujol) que entronca más con una sensibilidad anterior a la dictadura de Primo de Rivera, y que el presidente introduce en su propio discurso patriótico.

En Cataluña no se ha reproducido la llamada guerra de catecismos por varias razones. La primera, porque los sectores más avanzados del cristianismo han apostado siempre por una catequesis fuera del horario escolar. La segunda, porque la batalla que encabezó.Yanes no estuvo respaldada en ningún momento por Jubany. La tercera, porque resultaba impensable que los sectores practicantes de Cataluña dieran el visto bueno a unos catecismos tan ideologizados como los que fueron contestados por el Gobierno central.

Cataluña apenas ha vivido una campaña contra la LODE. A pesar de que AP intentó algunas escaramuzas en la calle, la propia Minoría Catalana votó al lado del Gobierno. La razón fundamental es que en Cataluña las asociaciones de padres se dedicar, a intentar resolver con seriedad los problemas del centro escolar de sus hijos, y no tienen el caríz de entidades de choque ideológico como las que controlan en Madrid personajes como Martínez Fuertes o Carmen Alvear. La segunda razón es que los obispos catalanes han preferido negociar al desgaste ajeno.

Uno de los pocos incidentes que se han registrado sobre esta materia tuvo lugar en 1982 por la presencia de Pujol en el llamado aplec de llesperit, acto multitudinario de jóvenes cristianos de diversas entidades y movimientos eclesiales. La asistencia del presidente de la Generalitat fue rechazada por varios sectores de jóvenes y por algunos obispos. El arzobispo de Tarragona, Josep Pont i Gol, consideró innecesaria la invitación. El cardenal Jubany dijo que se enteró de la invitación por la Prensa. Ramón Daumal, obispo auxiliar, hizo una reflexión en voz alta señalando que no se debía mezclar Iglesia y poder civil. Se llegó al compromiso de que Pujol asistiera, pero, sin hablar en público.

Visita del Papa

Dentro de esta legislatura, Pujol ha visitado al Papa y el Papa ha realizado, una visita a Cataluña. Ambos viajes no han respondido a la expectativa creada. El viaje del presidente de la Generalitat a Roma padeció de algunas improvisaciones, y al final se salvó por la intervención del embajador de España en Roma, José Joaquín Puig de la Bellacasa.

Tampoco la visita del Papa a Cataluña puede considerarse un éxito. El hecho de que, pese a diversas gestiones, no hubiera ningún mensaje papal en lengua catalana; el "barceloneses, españoles todos" de Karol Wojtyla en la Sagrada Familia, que recordó músicas olvidadas; las malas interpretaciones que rodearon la llamada voz del mundo del trabajo y, por último, el hecho de que la misa del Camp Nou no tuviera la dignidad litúrgica que sus organizadotes habían pretendido, empañaron la visita.

Una campaña nacionalista culminada con éxito durante el mandato de Pujol, y que gozaba de la bendición oficial, ha sido la petición de obispos catalanes para las sedes de T-arragona y Vic. La campaña promovida por la Crida a la Solidaridad contó con una coyuntura favorable, aunque el mensaje de la misma llegó a encender los ánimos del nuncio. Sólo una serie de casualidades permitieron desplazar a dos obispos calificados de muy conservadores.

La sede de Tarragona, que además comporta la presidencia de la Conferencia Episcopal Catalana, se encomendó a Ramón Torrella, quien desplazó en el último momento al valenciano monseñor Vilaplana, de línea claramente conservadora y poco sensible a los planteamientos autonomistas.

En el currículo de Torrella figura el haber sido consiliario de la JOC y presidente de Justicia y Paz; ha evidenciado una actitud valiente sobre los problemas de nuestro tiempo. Todo ello hace de él una persona clave en el futuro de la Iglesia catalana, hasta el punto de que diversos sectores piensan en él como sucesor del cardenal Jubany.

En cuanto a las relaciones entre la Iglesia catalana y la institución las ha realizado personalmente el presidente, pero en acciones concretas ha intervenido uno de sus hombres de confianza -que no confesor-, mossen Fenosa, quien siempre ha hecho valer su coincidencia en el seminario con Jubany.

La penetración del Opus

En los últimos años el Opus Dei ha aumentado su influencia en el mundo eclesial catalán. La prelatura personal, asentada en el Vaticano, cuenta en Cataluña con la adhesión de destacadas personalidades, las simpatías de algunos obispos (Seu d'Urgell y Tortosa) y una amplia red de centros educativos, formativos y deportivos.

El ascenso del Opus Dei en los ambientes vaticanos coincide con la eclipse de la estrella de Jubany en Roma; ello se interpreta como el precio que tardíamente paga por los enfrentamientos que tuvo cuando estuvo en Gerona con algunas personalidades de la Obra. También coincide con el ascenso en el seno de CiU de personas ligadas o próximas al Opus Dei, como Concepció Ferrer, vicepresidenta del Parlament, o Antoni Subirá, el portavoz convergente en la cámara.

Están todavía por historiar las maniobras de aproximación de la Obra al presidente. La revista El Món recordaba en un artículo publicado hace casi dos años que "Jordi Pujol ha estado siempre evasivo cuando se le ha preguntado si el Opus Dei había llamado a su puerta". Más recientemente alguna persona de la familia Pujol ha sido tentada por la prelatura, aunque parece que ser sin éxito.

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