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Reportaje:

Vista Alegre, a la espera de la reconversión

El Ayuntamiento de Madrid quiere transformar la plaza de La Chata en centro de actividades cívicas

El Ayuntamiento de Madrid está dispuesto a apoyar cualquier proyecto capaz de hacer viable económicamente. la antigua plaza de Vista Alegre, de Carabanchel -La Chata-, propiedad de una sociedad de la que el matador Luis Miguel Dominguín es el socio principal. Lo que pretende el Ayuntamiento es evitar la desaparición del coso. Desde hace cuatro años, cuando dejaron de programarse festejos taurinos, la plaza ha estado cerrada. Al Ayuntamiento le gustaría que la plaza, con un aforo total de más de 15.000 localidades, se convirtiera en un centro permanente de actividades cívicas, para un millón de ciudadanos que habitan en el distrito de Carabanchel.

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El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha encargado recientemente a la empresa nacional Mercasa un estudio de viabilidad de la plaza de toros, que luego puede ofrecer a sus propietarios, desde el punto de vista de la utilización del recinto como centro de actividades cívicas, culturales y comerciales, que permitan mantener su estructura actual sin necesidad de modificarla.Miembros del equipo de gobierno que han llevado a cabo las gestiones consideran que en la arena de la plaza, sin que desaparezca la actividad taurina, pueden celebrarse todo tipo de actos culturales, conciertos de música, temporadas de circo e incluso instalar pistas de hielo desmontables. Para que estas actividades puedan desarrollarse ininterrumpidamente a lo largo de todo el año habría que dotar a Vista Alegre de un mecanismo moderno para cubrir el coso, que podría desmontarse con facilidad para los actos al aire libre. Un sistema similar se emplea en otras plazas taurinas, como la de Monterrey, en México.

De acuerdo con algunas iniciativas que ya se barajan, las actividades cívicas, culturales y taurinas son compatibles con la existencia de pequeños comercios, e incluso uno o dos mini-cines, que pueden instalarse en el recinto existente en la entrada y en torno a la arena. En opinión del concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid José María de la Riva, ligado a las tareas del equipo de gobierno, "la idea sería que la plaza, que tiene un aforo superior a las 15.000 localidades, se convirtiera en un centro cívico permanente para una población de un millón de habitantes de los distritos de Carabanchel, Arganzuela, Latina y Villaverde".

Una idea antigua

La idea de cubrir la plaza de Vista Alegre no es nueva. Existieron ya iniciativas, que no prosperaron, del empresario de espectáculos taurinos y de boxeo Martín Berrocal y de Manuel Cano, que fue durante siete años gerente de la plaza, cuando la tenían arrendada los hermanos Lozano. A este último le parece "muy buena" la idea de reconsiderar el tipo de actividades que podrían desarrollarse en Vista Alegre, "que podría ser rentable", precisa, "si se logra remodelar y adaptar realmente la construcción a nuevos usos. Hay que tener en cuenta que está en condiciones de casi total abandono desde hace tres o cuatro años y que su reparación costaría mucho dinero".

Cano, el antiguo gerente, señala que en los últimos años los intentos que se han hecho para arrendar la plaza a la sociedad propietaria han fracasado "porque pretendían vender el solar que ocupa, de más de 10.000 metros cuadrados, con destino a la construcción de viviendas. Sé que en su intento de vender la plaza han tropezado con la negativa del Ayuntamiento de Madrid a considerar como edificables los terrenos sobre los que se asienta".

El concejal José María de la Riva ha declarado, a este respecto, que no se va a permitir, de ningún modo, que ese solar se dedique a zona edificable; en el Plan General de Madrid se califican los terrenos

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que ocupa la plaza de Vista Alegre, y los edificios anejos, como de uso cultural, con destino a coso taurino. Lo que pretendemos es facilitar legalmente que puedan darse otros usos, siempre que se mantenga su actual estructura".

En los primeros meses de 1983, representantes de Palumi, SA, la sociedad propietaria de la plaza de Vista Alegre, de la que es socio mayoritario el ex matador Luis Miguel Dominguín, mantuvieron una entrevista con Javier Angelina, entonces concejal responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, para hablar del futuro del coso. Daniel Hellín, presidente de la empresa, ha revelado que en aquella entrevista, "ante la negativa del Ayuntamiento a aceptar la calificación de los terrenos como edificables, y ante su deseo de mantener el coso en su actual estructura, ofrecimos a la corporación dos opciones: que la compraran ellos o que nos ofrecieran, a cambio, otros terrenos edificables. Se nos dijo entonces, amablemente, que el Ayuntamiento podía estar dispuesto a estudiar el tema, pero lo cierto es que desde entonces no hemos recibido respuesta ni la corporación ha vuelto a mantener contactos con nosotros".

Daniel Hellín insiste en que se ha enterado por los medios de comunicación de que el Ayuntamiento ha encargado un estudio de viabilidad de la plaza de Vista Alegre "Ello", precisa, "ratifica la impresión favorable que tenemos sobre el deseo de la corporación de encontrar una solución razonable a problema".

Aunque el estudio de viabilidad tardará aún en concluirse, Manuel de la Riva señala que las posible alternativas que en el mismo pueden recogerse serán fundamentalmente tres: que Mercasa -que ya se ha comprometido a sufragar el informe-, en solitario o asociada con otras instituciones, compre la plaza de toros; que la adquiera un organismo de la Administración o que la rentabilicen sus actuales propietarios.

76 años de historia taurina

El presidente de Palumi, SA, se muestra muy prudente al referirse al plan de viabilidad encargado por el ayuntamiento a Mercasa. "Cuando alguien nos plantee seriamente en qué consiste y las opciones que tenemos, podremos dar una opinión al respecto". Coincide, no obstante, con Manuel Cano en que la restauración o remodelación de la plaza tendría un elevado coste económico y que Palumi, SA, "no dispone de fondos suficientes como para acometer aventuras". Señala también Hellín que, en las actuales condiciones de la plaza, "aunque quisiéramos, no podríamos ponerla en explotación, ya que, por su deterioro, no reúne condiciones de seguridad y no está disponible para ser ocupada por público".

Construida a partir de agosto de 1906 en terrenos que habían pertenecido a la Corona, la plaza de Vista Alegre, en Carabanchel Bajo, se inauguró el 15 de julio de 1908 con una corrida a benefició de la Asociación de la Prensa, en la que lidiaron cinco toros los matadores Bombita, Machaquito y Rodolfo Gaona. De pequeñas proporciones y escasa altura, la plaza de Vista Alegre, según señala José María de Cossío en su libro Los toros, fue pronto denominada popularmente La Chata.

Su aforo inicial, de 8.000 localidades, se amplió al doble con las reformas que se hicieron en 1926. Su interés aquitectónico radica casi exclusivamente en los arcos moriscos de la fachada.

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